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Sevilla

La sencillez del flamenco

La cantaora Alicia Gil vuelve a sus raíces con su nuevo trabajo discográfico, ‘Corral de los Judíos’

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Alicia Gil presenta Corral de los Judíos, su cuarto trabajo discográfico, en el que homenajea a Sevilla y a Triana, volviendo a sus raíces y a la “sencillez” en el flamenco.

La cantaora sevillana visitó la redacción de Viva Sevilla.

¿Vuelve a sus raíces en este disco?


–Totalmente. Los dos primeros fueron más fusionados, pero en el tercero, Verdad, y en este Corral de los Judíos, vuelvo a mis raíces, a lo que me gusta, que es cantar por soleá y el flamenco más tradicional.

¿Qué acogida está teniendo?

–La verdad es que está siendo bastante buena. Creo que el flamenco está falto de discos sencillos, de los que se hacían antiguamente, sin alardes instrumentales y centrándolo todo en el cante y la guitarra. Estoy muy contenta porque creo que a la gente le ha llegado el mensaje de reivindicar el cante sevillano y el cante trianero. Para los aficionados de verdad al flamenco es un disco que llega directamente al corazón.

Primer single ‘Huele a mi agüela’, es un tema muy especial, ¿Por qué?

–Es muy especial porque con este tema empezamos a elaborar Corral de los Judíos. Pero lo que lo hace realmente especial es que la letra es parte del pregón de Semana Santa que ofreció mi amigo Antonio Ortega en la Iglesia de los Gitanos. Desde que escuché el pregón por primera vez me enamoré de él y supe que tenía que ponerle música. El pregón es una maravilla, de los mejores que se han dado en Sevilla. Me hubiera gustado musicarlo entero, pero lógicamente no cabe ni en un tema, ni en un disco (risas).

Además de Alicia Gil, ¿qué otros autores y autoras han participado en este nuevo trabajo?

–Antonio Ortega, con parte de su pregón. Ángel Vela, un trianero que escribe letras maravillosas que huelen a Triana. Lito Espinosa, mi marido, guitarrista y productor de este disco, y mi hija Carmela, que también ha metido alguna pinceladita.

Asegura que este disco “define a la perfección mis preferencias en el cante”. ¿Podría describirnos cuáles son esas preferencias?

–El cante sevillano y el trianero, que es con lo que me he criado. Hoy está todo muy globalizado pero yo vuelvo a lo que escuchaba y sentía de niña y al auténtico cante de nuestra tierra.

¿Qué es para usted Sevilla y qué es Triana?

–Sevilla es la cuna, donde he nacido, es lo más grande, me emociono cuando hablo de ella, soy más sevillana que la Giralda. Triana es la inspiración, que por herencia llevo en el corazón.

En estos tiempos vertiginosos y digitales. ¿Cree que el flamenco y la música son necesarios para poner un poco de pausa a tanta inmediatez?

–La música siempre es necesaria. Es cierto que como nos movemos en estos tiempos, que estamos todos un poco locos, cuando llega el momento de paz del día me gusta escuchar un poco de cante y de ángel. Ya que todo lo demás viene solo… (risas)

También es docente. Háblenos de ello

–Tengo un taller de cante en Tomares y doy clases en el Taller Flamenco de Sevilla, en la calle Peral, donde enseño a mis alumnos no solo a cantar, sino también a saber diferenciar los palos del flamenco. Me llega gente que viene de la copla o de las sevillanas y es curioso que mucha gente con afición de verdad al flamenco, y que saben cantar, no saben cuál es un palo y cuál otro. A mí me gusta mucho enseñar, pero aún me gusta más aprender. 

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