Un asesinato en el Museo de Cádiz una madrugada de abril. Nadie, ni siquiera las cámaras, han registrado la presencia del responsable de la muerte del vigilante en el edificio de la plaza de Mina. Ese es el enigma con el que arranca ‘La melodía de la oscuridad’, la última novela del gaditano Daniel Fopiani. Un thriller que está dando mucho que hablar en el panorama literario nacional en las últimas semanas. No cabe duda de que la novela negra está de enhorabuena. En las páginas de esta obra podemos encontrar, según cuenta el propio Fopiani, “la historia de un sargento de la Guardia Civil que es uno de los más respetados del cuerpo y que de buenas a primeras lo ha perdido todo. Por culpa de un atentado de la ETA en el País Vasco pierde la visión y se ve totalmente dependiente de su mujer Patricia. Yo creo que ese dolor y ese sufrimiento se va a respirar a lo largo de toda la novela”.
Aunque realmente se pueden respitar muchas cosas más. Adriano -que es como se llama nuestro protagonista- es requerido por un antiguo compañero de la Benemérita para resolver el caso de una serie de asesinatos relacionados. El autor asegura que intenta siempre “que en todas mis novelas haya un punto original o distinto. Hace un par de años leí en un artículo que Hércules mató a su familia, un dato que desconocía, y me llamó tanto la atención que me pareció muy interesante para uno de los personajes de mi novela como es Alceo, el asesino en serie que va realizando sus crímenes en la ciudad de Cádiz. Él de pequeño también mata a su familia y se ve obligado a buscar el perdón en esos doce trabajos que hizo Hércules”.
Como telón de fondo está la ciudad de Cádiz. “El primer cuerpo se encuentra en el Museo Arqueológico de la Plaza Mina. Yo soy de Cádiz, me he criado en sus calles, de hecho yo jugaba al fútbol en la plaza frente a ese edificio. Así que es una especie de guiño que le hice al museo. Yo leo desde que tengo uso de razón y las novelas que yo leía de pequeño siempre las imaginaba en mi cabeza ambientadas entre las calles de esta ciudad. Por eso siempre tuve claro que cuando me animase a escribir una novela iba a estar ambientada en Cádiz y así seguirá siendo. Dios quiera que escriba muchas más”, comenta Fopiani. Otro de los escenarios de la novela será Rumanía. Y es que el escritor afirma que “buscaba un personaje que no tuviese identidad, e investigando un poco vi que en Cádiz hubo un crecimiento de la inmigración rumana a finales de los años 90 y principio de los 2000. Esto me llamó muchísimo la atención y descubrí que las etnias gitanas de Rumania al fin y al cabo son un sector de la sociedad a las que no se les presta atención. De hecho el propio Estado no les da identificación para así ahorrarse las subvenciones a las familias pobres. Esto me pareció un punto sobre el que reflexionar. Yo siempre digo que escribir una novela no sólo es crear una trama que distraiga, sino que también debe tener puntos sobre los que reflexionar”.
Este joven sargento de Infantería Marina asevera que escribe en sus ratos libres. “Tiempo no lo hay, eso es verdad. Yo mismo me sorprendo. Suelo tardar un año y medio o un poco más en escribir una novela”. Con sólo 28 años ya tiene dos novelas publicadas, ‘La Carcoma’ y esta última con la editorial Espasa, del grupo Planeta. “Yo todavía no me lo creo, estoy como en una pompa. Llevo muchos años trabajando y luchando por conseguir esto. Creo que este es el resultado de tratar la cultura y la literatura con la humildad que se merece, nunca pensar que se ha llegado a lo más alto, porque ese sería el final de los escritores”, expone. ‘La melodía de la oscuridad’ va a ser traducida al italiano, y desde la editorial están a la espera de que desde Alemania y Francia también la adapten. Este gaditano se crió leyendo los clásicos. Julio Verne, Agatha Christie o Poe formaron parte de sus primeras lecturas. “Ahora leo principalmente novela negra. En Cádiz hay un gran escritor de este género como es Benito del Olmo, que es uno de mis referentes desde mis comienzos. Cuando yo veía que mis novelas sólo las leían mis amigos lo tenía a él como referente que se salía de la ciudad y llegaba a toda España. Benito me dio el ánimo que me hacía falta como escritor novel”, declara Fopiani.
Para terminar, preguntamos sobre una de las cuestiones que ya se están planteando los primeros lectores de la novela. ¿Va a continuar la historia de Adriano, un detective invidente, en una futura entrega? El autor responde que “eso realmente lo decidirán los lectores, si la novela sigue con la acogida que está teniendo hasta ahora. Yo soy el primer sorprendido de que los propios lectores me estén pidiendo una segunda parte. Evidentemente yo, desde el punto de vista escritor, si veo que esto tiene una aceptación agradable como está teniendo me veo obligado en pensar en esa posibilidad, claro que sí”.