La falta de acuerdo entre la Fiscalía y la defensa conllevará la celebración del juicio, previsto para este pasado lunes y que tuvo que aplazarse en la Audiencia de Granada, contra un joven acusado de intentar asesinar a su tío, al que golpeó hasta dejarlo en coma durante un ataque calificado de homófobo.
Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía han informado este viernes a Efe de que las partes habían quedado para ver si llegaban a un acuerdo y que, al no alcanzarse este, las actuaciones se deberán retrotraer a la notificación a la abogada defensora del escrito definitivo de acusación de la Fiscalía.
De este modo, una vez que estén completados todos los trámites, se fijará una nueva fecha para la vista oral, cuyo inicio ya tuvo que suspenderse este pasado lunes.
La Sección Segunda de la Audiencia suspendió el inicio del juicio al comprobar que había un error al dar traslado de un borrador del escrito de la Fiscalía que no coincidía ni en calificación ni en peticiones de pena con el definitivo.
Para evitar indefensión, el juicio se aplazó tras aclarar que el Ministerio Público considera los hechos como una tentativa de asesinato con tres agravantes, por la que solicita 23 años de prisión, frente a una calificación anterior que consideraba inimputable al acusado, que se enfrentaba en un principio a un internamiento en un centro psiquiátrico.
Los hechos se remontan a las 23:15 horas del pasado 2 de abril cuando el acusado Francisco Javier M.P., de 21 años en el momento del suceso, inició una discusión con su tío, de 37 años, en un domicilio de Vélez de Benaudalla (Granada).
El acusado llamó a la víctima "maricón de mierda", según la Fiscalía, y comenzó a golpearle de manera brutal con un palo por todo el cuerpo.
Aunque la víctima huyó, el investigado volvió a alcanzarlo en la calle, donde le propinó golpes en la cabeza con una piedra para causarle la muerte hasta que el tío paterno se quedó tumbado sobre un charco de sangre, gravemente herido.
Cuando mediaron los vecinos y la Guardia Civil, el acusado seguía insultando a su tío diciendo que tenía que matarlo por maricón.
Como consecuencia de los golpes, la víctima sufrió heridas muy graves a nivel neurológico que pusieron en riesgo su vida y le dejaron en coma, con contusiones y hemorragias cerebrales, fractura de huesos de la nariz y la boca, pérdida de dientes, traumatismo torácico y fracturas costales.
El hombre trata ahora de recuperarse de las graves lesiones para intentar volver a caminar y a comunicarse.
Según la acusación pública, estos hechos constituyen un delito de asesinato en grado de tentativa, con las circunstancias agravantes de discriminación por orientación sexual, alevosía y parentesco.