“Esto está pasando ya de castaño oscuro y no vamos a consentir que llegue a más”. Son palabras de Inmaculada Barea, la presidenta del comité de empresa de Ingesan, la concesionaria que desde 2013 gestiona la limpieza en colegios públicos y dependencias municipales, para alertar del deterioro que desde hace más de un año viene arrastrando el servicio por la “precariedad” en la contratación. Una situación que empieza a pasar factura en las aulas por los incumplimientos del convenio colectivo por el que se rigen, puesto que advierte que a estas alturas no cubrir ni las bajas, ni las vacaciones, ni horas sindicales o días de libranza o de asuntos propios que le corresponden empieza a ser habitual en el día a día de la plantilla, que está integrada por 106 empleadas. De este total, más de la mitad, 73, son fijas discontinuas, y tienen 25 días de vacaciones al año, de los cuales la mitad los elige la empresa, que suele tirar de las vacaciones de Navidad y verano. Las consecuencias empiezan a ser evidentes en estos periodos, pues desde hace años se ha perdido las sesiones de limpieza a fondo que solían realizar aprovechando la ausencia de escolares.
“En el día a día a lo que te da tiempo es a barrer y a limpiar el polvo de las clases que te tocan, galerías y cuartos de baño y despachos. Pero antes en esos 13 días hacíamos una limpieza profunda de ventanas, persianas, pared...estamos hablando de niños, hay que tener una sensibilidad especial y hay colegios donde hace años que no se hace una limpieza profunda”, alerta Barea, refiriéndose tanto a las navidades como al verano, en los que los colegios se cierran a cal y canto. Mientras tanto, según advierte la presidenta del comité de empresa, en la práctica, lo que viene haciendo la concesionaria para “sustituir” a las trabajadoras que se ausentan por razón de enfermedad, accidente laboral, libranzas u otras circunstancias es tirar de complementos personales que no llegan ni a cinco euros la hora, aprovechándose de los bajos salarios que perciben.
De esta manera, las empleadas realizan sus funciones y la de la compañera a la que tengan que cubrir durante su jornada laboral. En el mejor de los casos, matizan desde el comité, si hacen contrataciones, lo hacen a 30 horas, y no a las 35 contempladas en el convenio. “Lo que pedimos es trabajar de forma decente y digna y que se creen puestos de trabajo en las mismas condiciones y no haya esta precariedad en la contratación. Se aprovechan de que la plantilla tiene sueldos míseros, pues las fijas discontinuas cobran 750 euros y hay personas que llevan 30 años y cobran 850, y tienen una necesidad, y le dan esas horas como complemento personal que la gente -que no tienen la culpa de esto- se toma como un extra, pero al final se está fastidiando a la plantilla porque no se está contratando. Es un método muy fácil para la empresa, pues al final no contrata a nadie y se aprovechan de las necesidades de la plantilla”, manifiesta.
No descartan acciones
La representante de la plantilla asegura que llevan más de tres semanas intentando que en el Ayuntamiento les reciban para abordar la problemática pero “siempre nos ponen achaques”, señala, de ahí que hayan decidido trasladarlo a la opinión pública. No saben lo que va a pasar pero esperan que la Administración local “tome cartas en el asunto”, pues de lo contrario “no sabemos el camino que esto puede tomar”, advierten al temor de que este conflicto se enquiste, pues asegura que cada día el “desgaste” de la plantilla y la “carga de trabajo” van a más. Y es que en la retina de muchos aún persisten los efectos de la huelga indefinida de limpieza en los colegios de 2012 que se alargó más de una semana y obligó a cerrar incluso clases de Infantil por prevención. A la par que advierten de su situación, han iniciado una ronda de contactos con partidos y colectivos, y tras haberse sentado con la Federación Local de Asociaciones de Padres y Madres (Flampa), a la que han trasladado sus preocupaciones, el próximo viernes tienen previsto también reunirse con Izquierda Unida.
