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Contramano: Hospital Militar “sine die”

La Junta difiere la reapertura del hospital escudándose en que debe evaluar el coste. Virginia Pérez ya lo hizo: 25 millones para obras y 25 para equipamiento

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  • El Hospital Militar de Sevilla. -

La Marea Blanca en Sevilla va a solicitar a través de los grupos parlamentarios que se presten a colaborar los informes técnicos que existan sobre la estructura del antiguo Hospital Militar tras el cambio de actitud que sobre este centro hospitalario dice observar en el PP, ahora al frente del Gobierno andaluz.

Y es que a pesar de los reiterados pronunciamientos de dicho partido en pro de la reapertura del hospital, tanto en el Parlamento andaluz durante su etapa en la oposición como en las distintas campañas electorales y desde que el inmueble pasó a manos de la Junta en 2004, ahora el Gobierno de coalición PP-CS, a través de su consejero de Salud, Jesús Aguirre (PP), “ha manifestado en estos días un claro cambio de actitud al respecto”, afirma Marea Blanca.

La plataforma cívico-sanitaria destaca las declaraciones que están haciendo algunos dirigentes del PP, de forma que “lo que hasta hace unas semanas era un ‘compromiso coherente’ del PP durante años, basado en el argumento incuestionable de que ‘su puesta en marcha es absolutamente necesaria para descongestionar la sanidad sevillana’, hoy resulta que es un edificio con posibles y graves problemas estructurales que conllevarían una elevada inversión para su reapertura”.


Por eso Marea Blanca pedirá los informes técnicos sobre la estructura del edificio, “que al parecer -subraya- ha visto el consejero de Salud y que desconocemos la ciudadanía”. A la plataforma no deja de llamarle la atención que el consejero apunte que “se está barajando reconducirlo como hospital para largas y medianas estancias, de forma que ofrezca al paciente mayor confort, cuando si hay serios problemas estructurales en el edificio la viabilidad del mismo es idéntica, sea su uso para cuidados intermedios o para hospital general”.

Reconducción

Efectivamente, el pasado 11 de febrero, durante una visita a la reformada Observación Pediátrica del Virgen del Rocío, Jesús Aguirre no anunció la reapertura del Hospital Militar ni a medio ni a largo plazo. Declaró: “Vamos a evaluar el coste-efectividad. Habrá que hacer una gran inversión porque he visto informes de cómo se encuentra desde el punto de vista de estructura”.

Y añadió: “Habrá que ver cómo lo encajamos y acondicionamos dentro de lo que es nuestro proyecto sociosanitario de hospitales de mediana y larga estancia, para que los pacientes tengan mayor confort y estén más tranquilos. Hay que reconducirlo, ya que actualmente hay un equipo de salud mental y otras actividades, pero tendremos que buscarle su punto, aunque es pronto aún”.

Como siempre habla quien más motivos tiene para estar callado, la secretaria provincial del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, saltó inmediatamente a la palestra para criticar el “radical cambio de opinión del Gobierno andaluz de derechas” respecto a la reapertura del Hospital Militar, “la gran promesa del PP para Sevilla cuando estaba en la oposición, pero que ahora -añadió- ya ha dejado claro que no piensa cumplir. De un plumazo, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha enterrado la promesa estrella del PP en materia sanitaria : poner en servicio el antiguo Hospital Militar”.

Desmantelado

Verónica Pérez tenía motivos más que sobrados para haberse mantenido al margen de este espinoso asunto, ya que en su caso debería explicar cómo ha sido posible que el Gobierno socialista de Manuel Chaves convirtiera en su día en “casus belli” el traspaso del Hospital Militar al sistema sanitario andaluz y no cejara hasta conseguirlo a cambio de unos 34 millones de euros en números redondos (dinero que nunca habría acabado, o ni siquiera empezado, de pagar) en 2004 para luego dejarlo tirado y abandonado a su suerte.

Antes de que pasara a manos del Gobierno socialista de la Junta, el Hospital Militar era un moderno centro sanitario dotado de la tecnología más avanzada de su tiempo, con helipuerto y con capacidad para 750 camas (240 habitaciones individuales), en el que había cinco quirófanos y veintinueve especialidades médicas.

Tras el traspaso al Gobierno socialista de la Junta, el Hospital Militar lleva cerrado quince años y fue desmantelado por la propia Consejería de Salud, que por llevarse de allí a otros hospitales de la región se ha llevado hasta equipos de aire acondicionado. La Administración del PSOE, en vez de convertir el centro en la joya de la corona del sistema sanitario andaluz, lo transformó en una cantera de la que extraer sus piezas para nutrir otros hospitales de la región. Para que luego hablen de la leyenda negra del supuesto centralismo sevillano. El Hospital Militar es el ejemplo de que Sevilla no se beneficia por el hecho de ser sede de la Junta de Andalucía, sino más bien todo lo contrario: en materia sanitaria Andalucía se ha beneficiado a costa de Sevilla.

Argumentario

Y de Verónica Pérez a Beltrán Pérez. El portavoz y alcaldable del PP por Sevilla, tras recriminar a los Gobiernos del PSOE la “desidia, abandono y saqueo” del Hospital Militar en los últimos quince años, expuso el nuevo argumentario con que su partido trata de justificar al consejero de Salud: “El PSOE le exige a Juanma Moreno que haga en quince días lo que ellos no han tenido voluntad de hacer en más de una década que lleva el hospital cerrado. Cuando uno se encuentra una infraestructura de tal magnitud abandonada y vandalizada durante más de una década, lo mínimo que debe hacer es un estudio económico que valore cuánto cuesta reabrir la infraestructura”.

Esa evaluación económica que supuestamente estaría retrasando la reapertura del hospital ya estaría más que realizada. Recordemos. Con motivo de la concentración que el 20 de octubre de 2018 convocó a las puertas del centro hospitalario la plataforma Marea Blanca para exigir que en los Presupuestos de la Junta de Andalucía se incluyera al menos una partida para iniciar el proceso de su reapertura, y a la que se sumaron el PP y diversas entidades, la presidenta provincial de los populares, Virginia Pérez, declaró: “El PP dará la batalla ahora y siempre, hasta que este hospital forme parte del sistema de hospitales públicos. Tras las elecciones del 2 de diciembre, Juanma Moreno dará respuesta a la creciente demanda de servicios sanitarios y hospitalarios de los sevillanos con la rehabilitación y reapertura del Hospital Militar. Hará falta un mínimo de 25 millones de euros para recuperar el antiguo esplendor del edificio y terminar las obras pendientes, además de otros 25 millones de euros para dotarlo”.

Parece que Virginia Pérez no ha informado al nuevo consejero de Salud de que la evaluación del coste de reapertura del centro sanitario ya está más que hecha, a la luz de sus propias palabras, y por tanto no hay que perder más tiempo en dedicarse a cumplir la inveterada promesa del PP y de su presidente al tiempo que de la Junta, Juanma Moreno, la cual se remonta no a las vísperas de las pasadas elecciones autonómicas, sino de las anteriores, las de hace cuatro años.

El compromiso

El 15 de febrero de 2015 acudió a visitar el hospital en compañía del entonces alcalde, Juan Ignacio Zoido, e hizo la promesa de reabrirlo si era elegido presidente del Gobierno autónomo, al tiempo que reprochó a Susana Díaz que “haya tirado la toalla, como si no hiciera falta un hospital, con las Urgencias llenas y listas de espera para operaciones”.

El dinero no debería ser problema alguno, porque Beltrán Pérez ha dicho con frecuencia que con Juanma Moreno al frente de la Junta habría para todo, para el Metro y para el Hospital Militar.

Los datos siguen avalando la necesidad de reabrirlo. Mientras que como reconoce el consejero de Salud las listas de espera para una intervención quirúrgica no han dejado de crecer y el número de los inscritos en las mismas es muy superior al oficialmente admitido en la etapa socialista, en Sevilla ha continuado la reducción de camas en los hospitales del sistema andaluz de salud. Se ha pasado de 3.498 existentes en 2006, tan sólo dos años después del traspaso del Hospital Militar, a 3.087 en 2014, es decir 411 menos (-12%), cifra que casi duplica las 244 que el PP, según recordó Virginia Pérez, ha reclamado en numerosas iniciativas parlamentarias a la Junta de Andalucía cuando la presidía el PSOE.

Por tanto, cuando  el PP ha hecho bandera durante tantos años de la reapertura del Hospital Militar, es difícilmente comprensible para la opinión pública que se escude ahora para diferirla en la evaluación de su coste o en definir su incardinación en su modelo sanitario, ya que tras casi 40 años en la oposición ha tenido tiempo sobrado de haber evaluado y pensado, salvo que, como dijo el consejero Rogelio Velasco, las promesas son sólo “un lenguaje, una forma de expresarse durante una campaña electoral”, con lo cual la del Hospital Militar pasaría a formar parte del cementerio de las promesas olvidadas junto con la bajada masiva de impuestos (BMI) y los 600.000 empleos.

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