El Cádiz CF ha perdido su identidad, no es una invención de los medios de comunicación, lo admitía Álvaro Cervera en la rueda de prensa tras el encuentro con el Real Zaragoza del lunes.
El equipo ha dejado de morder como lo hacía y le crean ocasiones con mayor facilidad. Además, se están encajando más goles, lo que supone una mayor dificultad para ganar los partidos.
Hay futbolistas que no pasan por un buen momento, y aunque al míster no le guste individualizar en sus futbolistas, sus decisiones en los últimos partidos así lo refleja.
Miembros claves de la plantilla como Álex Fernández, Sergio Sánchez, Salvi o Alberto Cifuentes, parecen haber perdido la chispa que tenían hace unos meses.
Además, la baja de un futbolista vital para Cervera como es Garrido, el ancla de este Cádiz CF, se está notando en los últimos encuentros.
Sin embargo, este equipo ha demostrado en los momentos de crisis y mayor dificultad, la entereza y la calidad que les atesora.
El submarino amarillo, cuando estaba casi desahuciado y Cervera era cuestionado, logró encadenar ocho triunfos seguidos para meterse de lleno en la pelea por el playoffs de ascenso.
Por ello, en este momento, la plantilla debe dar un golpe encima de la mesa, y pelear a muerte los nueve partidos que restan de liga regular.
Hay calidad para ello. Pocos equipos cuentan con extremos como Machis, Salvi, Jairo y Vallejo.
Ager Aketxe puede ser el mejor especialista a balón parado de la categoría, faceta en la que también destacan Vallejo y José Mari
Álex Fernández ha sido pretendido por todos los equipos de la liga. Junto a Garrido, Edu Ramos y José Mari forman un centro del campo simplemente brillante.
Hay una defensa con la experiencia de Sergio Sánchez y Kecojevic, y la juventud de Brian Oliván y Marcos Mauro, las ganas de comerse el mundo de Matos, Espino, Carmona y Correa, y en la portería, el eterno capitán del Cádiz CF, Cifuentes.