En una respuesta parlamentaria al diputado del PP José Ignacio Landaluce, a la que tuvo acceso Europa Press, el Gobierno mantiene que "no se puede determinar" si la patrullera británica apuntó "con el armamento que lleva de dotación" a la embarcación española.
Los hechos ocurrieron sobre las 10,00 horas del pasado 10 de abril, cuando una embarcación semirrígida del Servicio Marítimo de la Guardia Civil observó a una barca "sospechosa" que salía de la bocana del Puerto de Gibraltar rumbo a la Línea. Ésta, al percatarse de la presencia de la nave del Instituto Armado, invirtió el rumbo y regresó a gran velocidad a Gibraltar.
Así las cosas, la tripulación de la Guardia Civil decidió permanecer a la espera para interceptar a la embarcación si decidiera realizar una nueva salida. En esa situación, hizo acto de presencia una patrullera de la Armada Real Británica, de la que "no se puede determinar si apuntó" a la de la Guardia Civil, y que abandonó la zona sobre las 10,30 horas.
Según relata Interior, posteriormente, para controlar la posible salida de la embarcación sospechosa, acudió una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Las dos embarcaciones españolas abandonaron el lugar cuando consideraron que la embarcación sospechosa no intentaría salir de nuevo.
COLABORACIÓN SATISFACTORIA SALVO EN CASOS AISLADOS
A pesar de este episodio, el Ejecutivo señala en la misma respuesta parlamentaria que la colaboración entre los servicios policiales de España y los del Reino Unido en Gibraltar en lo que se refiere a la persecución de la delincuencia es "totalmente satisfactoria" excepto en "casos aislados".
En la misma iniciativa, Interior dice que desde la creación del Servicio Marítimo Provincial de Algeciras, se produjo, en otra ocasión, un incidente entre embarcaciones de éste y las de la Policía Gibraltareña y la Marina Real Británica.
Ocurrió en agosto de 2005, cuando una Patrullera de la Guardia Civil observó una embarcación sospechosa de transportar hachís y le dio el alto. Ésta no hizo caso de las señales acústicas y luminosas por lo que se inició su persecución, la embarcación se adentró en el Puerto de Gibraltar y la patrullera de la Guardia Civil mantuvo la persecución hasta que, tras entrar en contacto con la Policía Marítima del Peñón, ésta interceptó a la embarcación sospechosa.
