Numerosas personas, entre las que se encontraban el alcalde y varios concejales en funciones, asistieron en la tarde de ayer miércoles a los actos conmemorativos del 36 aniversario del derrumbe de la antigua iglesia de Guadiaro, que se considera un milagro en la barriada porque se produjo momentos después de que abandonaran el templo cientos de personas que habían asistido a unas comuniones.
Los actos conmemorativos comenzaron con una misa y siguieron con una procesión de la imagen de la Virgen de los Dolores. La celebración fue organizada por la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores y a ella asistieron los niños que este año han hecho la primera comunión, así como cientos de fieles.
La procesión fue acompañada de la Banda de Música de Los Barrios, y la Virgen lucía manto y vestido estrenado el pasado año.
Durante la misa, el párroco rememoró los acontecimientos de aquel año y dio gracias a Dios por salvar a todos las personas que ese día acudieron a la Iglesia.
El 29 de mayo de 1983, los 52 niños que hacían la Primera Comunión, así como el resto de personas que llenaban la antigua iglesia de Guadiaro no salían de su asombro al ver cómo la misma se derrumbaba apenas unos minutos después de que todos la abandonaran.
Como consecuencia del milagroso suceso en el que nadie resultó herido, los ciudadanos de la barriada guadiareña llevan todos los años por estas fechas en procesión a la Virgen de los Dolores por las calles de la barriada en agradecimiento.
La iglesia se acababa de construir, y ese día se desarrolló la Eucaristía con total normalidad y cuando salió la última persona cayó el primer ladrillo y luego se derrumbó todo, quedando en pie tan sólo la Virgen y la luz encendida del Sagrario.