El presidente de Horeca, Antonio de María, registró el pasado viernes en el Ayuntamiento de Jerez un escrito dirigido a la alcaldesa, Mamen Sánchez, solicitando una nueva redacción del artículo 9.3 de la Ordenanza de Policía y Buen Gobierno en vigor, que recoge literalmente “Queda prohibida la mendicidad”. Un texto que, tal y como apuntan desde la patronal de la hostelería en la provincia de Cádiz, queda “en clara confrontación” con la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, de la Sala de lo Contencioso 4300/2013.
Dicho fallo, tal y como contempla el documento presentado en el Consistorio, distingue, por un lado, entre una simple petición en la calle (semáforos, veladores, etc.), “hecha en verdadero estado de necesidad, de forma educacada y no reiterada”, cuya prohibición “rebasaría los límites de la moral por cuando estaríamos penalizando una situación económica de miseria o indigencia” y, por otro, los actos de mendicidad “que rebasan, sin duda, el límite de lo tolerable por cuando está se realiza mediante actitudes coactivas o de acoso, de forma reiterada y que pueden llegar a rebasar el límite d elo tolerable”, añade el escrito.
Este comportamiento amenazante y de coacción es contra el que hace varias semanas las asociaciones de comerciantes de Acoje y Asunico alertaron a Sánchez en una reunión, advirtiendo del incremento de estas actitudes y pidiendo más control a este respecto.
Ahora es Horeca la que reclama que se tomen cartas en el asunto empezando por la misma normativa municipal que la regula, pues tienen claro que la redacción del texto actual prohíbe en “cualquier forma de mendicidad” y deja a la Policía Local sin margen de maniobra para actuar, pues se agarran a la ley y al hecho de que “no pueden hacer nada”, apunta De María.
Por ello, plantean un nuevo articulado adaptado a esta y otra jurisprudencia, pues la denominada mendicidad “educada”, no está prohibida, y proponen incluso una posible redacción de dicho artículo, que quedaría así: “Queda prohibida la mendicidad ejercida mediante actitudes coactivas o de acoso, que rebasen el límite de lo tolerable, uso de menores en las calzadas, de modo coactivo o limite o dificulte el tránsito de peatones o vehículos, así como los realizados por personas integrados en estructuras organizadas”.
“Lo que queremos es que el Ayuntamiento adapte su ordenanza a esa sentencia para que la Policía pueda actuar”, señala el presidente de Horeca, que avisa de que el malestar por estas conductas “coactivas” viene ya “de años”, sobre todo cuando hay pedigüeños que “molestan” y “meten las manos en la comida, interrumpiendo a comensales y camareros”, señala.
Ni El Puerto, ni Cádiz tiene esta ordenanza
No todos los ayuntamientos tienen la denominada Ordenanza de Policía y Buen Gobierno, que puede consultarse en la web municipal www.jerez.es. Es el caso de los de El Puerto o Cádiz, por ejemplo, por eso cree que Jerez tiene la oportunidad de regularlo adaptado a la jurisprudencia.