La patronal agraria Asaja ha mostrado este lunes la fuerte preocupación de los agricultores y ganaderos por el hecho de que la provincia de Córdoba haya iniciado el año hidrológico con los pantanos al 29 por ciento de su capacidad.
En un comunicado, el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha subrayado la importancia de esta situación sobre todo porque "para los próximos 15 días no hay ninguna previsión de que vaya a cambiar el tiempo y hay cultivos permanentes que no se pueden dejar de regar".
En concreto, los cultivos más amenazados son el olivar, los cítricos, que tienen que terminar su ciclo y engordar, para lo cual necesitan agua, así como los almendros, que en otoño necesitan una gran cantidad de agua una vez que se termina la recolección.
Ha recordado que la campaña de riego concluye hoy, si bien se prolongará a lo largo del mes de octubre para atender las demandas de los cultivos implantados, en el caso de que la climatología no aportara lluvia para cubrir de las necesidades de los cultivos.
Esta prolongación de los riegos, con un desembalse de unos 20-30 hectómetros cúbicos se autorizaría a todos aquellos aprovechamientos que no hayan consumido su dotación, por lo que desde Asaja se ha insistido en la gran demanda de ampliar regadíos en Córdoba para garantizar un futuro a las explotaciones de la provincia.
En Córdoba, según datos de la Consejería de Agricultura, se han dejado de usar desde los años 90, o no se han asignado dotaciones previstas en el Plan Hidrológico, un mínimo de 228 hectómetros cúbicos, mientras que en otras provincias se han ido incrementando los regadíos desde esa fecha.
Ese agua procedería de las zonas regables del Guadalmellato, Guadajoz, riegos con toma directa y Genil Cabra, entre otras, y daría para poner 150.000 hectáreas de olivar en riego, lo cual "supondría mucho empleo y riqueza".
En este sentido, la patronal ha alertado de que mientras no se solucionen estas demandas de Córdoba se opondrá "con firmeza al trasvase de agua del Iznájar hacia otras provincias", ya que supondría "ahondar aún más en el agravio a Córdoba como ha ocurrido hasta ahora".
