El Campus de Puerto Real ha acogido la celebración de las jornadas Salvando las Salinas, un encuentro de carácter multidisciplinar que ha tenido como objetivo dar a conocer la importancia de estos espacios singulares en nuestro entorno. La vicerrectora de Política Científica y Tecnológica de la UCA, Mª Jesús Mosquera, y el delegado territorial de Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en Cádiz, Daniel Sánchez, la han inaugurado en la Facultad de Ciencias.
Las salinas o espacios artificiales construidos con el propósito de extraer sal del agua mediante evaporación natural son sitios cruciales de reabastecimiento de combustible para determinadas aves, por ejemplo; pero en los últimos años estos hábitats no naturales están desapareciendo rápidamente y, las que permanecen, poseen ciertos problemas relacionados con la contaminación y las perturbaciones. De hecho, millones de aves usan el paso del Atlántico dos veces al año para moverse entre sus zonas de reproducción e invernada. En sus viajes largos y difíciles, necesitan sitios de escala para descansar y alimentarse. En concreto, se hace referencia a especies limícolas como el chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus), la avoceta, el correlimos, el charrancito o la cigüeñuela, así como muchas otras aves migratorias que necesitan de las salinas en sus viajes y tránsito migratorio.
En este contexto y con el objetivo de elaborar un plan para salvar las salinas y desarrollar mejores prácticas para la gestión de salinas amigables con las aves, se han desarrollado estas jornadas, en las que se han mostrado parte de los trabajos realizados en el proyecto Saltpan Recovery, iniciativa en la que participan socios de BirdLife en Túnez, Marruecos, España, Portugal, Francia y los Países Bajos. Este grupo de socios trabajan para recuperar estos sistemas antrópicos, eliminar la vegetación que invade las salinas abandonadas y restaurar los diques y las piscinas que son cruciales para las aves y para una cosecha exitosa de sal.
El compromiso con las comunidades locales, las cooperativas y las empresas para mejorar el argumento comercial para la cosecha de sal es otro de los aspectos centrales del proyecto Saltpan Recovery, además de crear conciencia y tomar medidas para abordar la contaminación del agua y las perturbaciones en áreas cercanas a ciudades más grandes.
Así, el socio de BirdLife en España (Sociedad Española de Ornitología, SEO/BirdLife) ha contratado al Fondo para la Custodia y Recuperación de la Marisma Salinera (SALARTE) para llevar a cabo la parte española del proyecto, y por ello, Salarte ha contado con el grupo de Conservación de Humedales Costeros de la Universidad de Cádiz para la realización conjunta de trabajos en la salina La Esperanza, en el marco del proyecto Overarching activities addressing Wetland Conservation in the Mediterranean Region: Saltpan Initiative, financiado por la Fundación MAVA, a través de BirdLife International.
A lo largo de las jornadas, además de presentar las características principales de este proyecto, se han abordado los trabajos concretos que se llevan a cabo en la salina La Esperanza o la custodia del terreno y conservación activa que se realiza en Menorca. Asimismo, se ha tratado del papel de las administraciones públicas en la recuperación de las salinas y marismas salineras y se ha contado con la experiencia de varias empresas del sector que ha apostado por desarrollar su actividad en este entorno. Las jornadas han incluido dos encuentros basados en la creación de empresas de ecoturismo en humedales y salinas y las posibilidades que ofrece la economía verde en estos espacios. El programa ha finalizado con una visita al molino de mareas El Caño y la salina San José, además de a la salina La Esperanza.
La Esperanza: un laboratorio natural de la Universidad de Cádiz
La salina La Esperanza, ubicada en pleno Parque Natural Bahía de Cádiz, ha sido concebida desde la Universidad de Cádiz como un laboratorio natural en el que experimentar y testar acciones y patrones de manejo que puedan ayudar al mantenimiento de las aves. Presenta la misma fisonomía y funcionamiento que una salina artesanal; sin embargo, al no estar en explotación comercial, permite experimentar en ella procesos y actividades que después podrán ser extrapolables a cualquier salina artesanal para mejorar el mantenimiento de la biodiversidad a la vez que la actividad económica.
En este sentido, hay que tener en cuenta que es la zona con mayor densidad de nidos de chorlitejo patinegro Charadrius alexandrinus del Parque Natural Bahía de Cádiz, con unas 124 parejas aproximadamente, que representan más del 70% de las parejas estimadas en el Parque Natural Bahía de Cádiz, siendo además uno de los espacios más importante en toda España para este ave limícola. Es, por ello, que los estudios del grupo de Conservación de Humedales Costeros (GCHC) de la Universidad de Cádiz han ido encaminados fundamentalmente a entender los procesos de selección de hábitats por parte de esta especie para poder replicar la experiencia en otras salinas similares.
No obstante, también se han desarrollado en esta salina estudios sobre la avoceta Recurvirostra avosetta y el charrancito Sternula albifrons, así como otros más generales, encaminados a conocer los patrones de manejo del agua para potenciar las poblaciones de invertebrados en ella y la alimentación de las aves, además de otros estudios centrados en probar la idoneidad de los esteros como recurso para el crecimiento de macroalgas, poner en marcha una planta experimental de cultivo de microalgas marinas y compatibilizar el desarrollo de la acuicultura con el mantenimiento de la diversidad de especies vegetales y animales que conviven en este espacio.
