La comparsa revelación del pasado concurso con Los niños sin nombre desembarcó en el Gran Teatro Falla simulando una favela brasileña y, al igual que sucediera en 2019, con una agrupación muy melódica que enseguida volvió a meterse al público en el bolsillo.
El primer pasodoble sirvió para agradecer las muestras de cariño recibidas en el pasado COAC y para dejar claro que vuelven con amor al Falla. El segundo, para criticar las malas artes del público del teatro.
Los cuplés fueron para los políticos y para el propio carnaval. El popurrí, una delicia.