En este caso, ha ocurrido en la Barriada portuense del Tejar, en cuya asociación, desde hace unos meses, trabajaba sin ánimo de lucro una nueva Junta Directiva presidida por Javier Ramírez Pecho.
Ramírez consiguió a través de elecciones hacerse con la junta para poder llevar a cabo proyectos y actividades impulsadas por la juventud del barrio y también denunciar los problemas y desperfectos del mismo, exigiendo soluciones al Gobierno municipal.
Ha sido su activismo político el que ha hecho que un vecino en concreto la haya tomado con él y se dedique presuntamente a insultar públicamente tanto al jóven como a su familia, la cual es residente del barrio desde hace más de cuatro décadas.
El joven estudiante de Ciencias Políticas ha sucumbido a las presiones de este señor y harto, ha terminado por dimitir como presidente de la Junta Directiva de la Asociación Ronda del Tejar.
Dicha dimisión ha caído como un jarro de agua fría para muchos de los vecinos del barrio que por fin veían como su asociación vecinal conseguía un relevo generacional y un resurgir de su activismo en defensa del Tejar. Incluso algún otro miembro de la Junta ha expresado en sus redes sociales el apoyo al ya ex presidente y le ha invitado y pedido revocar su dimisión y continuar con su mandato.
Es sabido por todos, que uno de los grandes problemas que sufren las asociaciones de vecinos de El Puerto de Santa María así como de otras localidades, es la dificultad para afrontar el relevo generacional que tarde o temprano debe producirse.
En la mayoría de casos, la juventud de distintos barrios se ha acostumbrado a ver al frente de sus asociaciones a los mismos de siempre y han sentido lejano y hermético su funcionamiento, es decir, que nuestros mayores no han sabido transmitir a los más jóvenes el interés por el asociacionismo vecinal.
Es por ello que resulta realmente decepcionante cuando se lleva a cabo dicho relevo con fuerza e ilusión y aparece la mordaza y el insulto por parte de quienes no aceptan que alguien lleno de vida, ilusión, fuerzas, energías renovadas y aire fresco, se haga cargo de una institución altruista y de funcionamiento democrático, de forma electa.
En esa guerra absurda, se intentan buscar excusas de todo tipo para justificar el ataque y en este caso, ha sido la actividad política del hasta ahora presidente de la A.A.V.V. Ronda del Tejar, la cual, dicha sea de paso, es totalmente lícita y que atiende a un patrón que se repite en alguna otra asociación vecinal de la ciudad donde su presidencia está en manos de alguien que a su vez, ocupa un lugar en las listas de la candidatura de algún partido político en las elecciones municipales.
Es normal que quienes se preocupen por la ciudad y por su funcionamiento y gestión, sean a su vez los que sientan interés o vocación por el asociacionismo, ya que la realidad primera del político honrado es la mejora de los barrios y la atención de los problemas sociales.
La pertenencia a una organización política u otra, no limita a la hora de presidir u ocupar un cargo en la dirección de alguna entidad sin ánimo de lucro, siempre y cuando, el sujeto en cuestión sepa separar su labor política de la de otra.
La clave está en simplemente ser conscientes de que, mientras en un partido político representas a sus afiliados, en una asociación representas a sus socios. Teniendo esto claro, no debe haber ningún tipo de inconvenientes para poder trabajar en ambos frentes.
Esperemos que todo lo ocurrido pueda solucionarse y que impere ante todo, la voluntad de la mayoría expresada en la Asamblea por la cual don Javier Ramírez Leiva fue elegido presidente para esta legislatura, y que el estudiante de Ciencias Políticas haga oído sordos a quienes no respetan ni la democracia, ni las normas mínimas de comportamiento.
