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San Fernando

Decíamos hace treinta años que queda reinaugurada la Galería ERA

Antonio Mota le pasa el testigo a su hijo, Antonio Aparicio como su padre, Ángel Aparicio, se lo cedió a él en aquellos tiempos de benditos locos.

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Lo decía la delegada de Cultura, María José Foncubierta. La Galería ERA se ha convertido en un museo de la ciudad de San Fernando donde hace treinta años se abrían las puertas para mostrar al mundo el Arte con mayúsculas, que no en vano las galerías de arte son algo más que el escaparate de una tienda. Más cuando se habla de la Galería ERA que nacía por una inquietud cultural de Ángel Aparicio Segundo y Rosario Mota.

La sala ERA, que como lugar encuentros en la sala ERA dio lugar a la Asociación Cultural Ensalaera, abrió sus puertas este viernes 6 de marzo que quedará doblemente grabado en la historia cultural de San Fernando, treinta años después de su primera apertura como todo un referente provincial y siendo alcalde de La Isla Antonio Moreno Olmedo, como reza en las placas que conmemoran los grandes acontecimientos.

Por cierto, todo un detalle. Sobre las mesas había ejemplares de una exposición en la Galería ERA. No se trataba del catálogo de la exposición del día, sino de la que inauguró la sala entre el 8 y el 31 de marzo de 1990, hace 30 años. 

Lo que dijo el escultor Antonio Aparicio Mota, Antonio Mota, en la reapertura de la sala fue “con otras palabras” pero básicamente lo que dijo su padre, Ángel Aparicio allí presente, hace tres decenios.

Explicó -eso sí que no lo había en 1990- que las fotos, las esculturas, los cuadros, los objetos de todo tipo que cuelgan por las paredes no se han colocado allí de un día para otro. Ha sido un proceso que ha durado todos los años de existencia de esa sala, ubicada en la calle Murillo, en un local de lo más propicio para realizar todo tipo de actos culturales, conferencias, conciertos, exposiciones… Y no porque sea muy grande, sino porque está en el lugar ideal donde no molesta a nadie.

En estos años y entre esas paredes ha sonado la música; se han grabado los programas de Cortinas Negras en la caja negra que hace de escenario a ras del suelo; se han fraguado proyectos culturales y en suma, nunca ha estado ociosa ni ha dejado de desempeñar su cometido de creación y divulgación.

Ángel Aparicio le cedió el timón a Antonio Aparicio Mota, Antonio Mota y lo que tocaba este viernes pasado era que Mota el escultor le pasara el testigo a Antonio Aparicio, su hijo, el músico, de quien “qué voy a decir yo si es mi hijo, que es un gran músico”.

Y Antonio Aparicio, el joven, el cantante, tomó las riendas con la palabra y con el compromiso de llevar adelante ese proyecto que no es de una única persona sino de muchas, de esa asociación cultural gracias a la cual en San Fernando se programan cosas que nadie sabe el trabajo que cuesta, pero que salen adelante por un compromiso colectivo.

La Galería ERA, la asociación cultural y absolutamente altruista que tiene su sede ‘ensalaera’, comienza un nuevo periodo que debe durar cuantos años dure. Los que sean. Pero ahí está.

Este viernes pasado con la música de Juan Valenzuela tocando de fondo -que no debió ser así pero lo fue- y con el aforo ampliamente superado. Es de esperar que no ocurra lo que Antonio Mota contaba a este periódico en una entrevista la semana pasada, que la gente sólo va a las exposiciones el primer día.

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