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“Lo que peor he llevado ha sido no poder abrazar a mis hijas”

Ana Ros tuvo que esperar en casa 72 horas a hacerse las pruebas del coronavirus. Ha sufrido incertidumbre y que señalen a su familia hasta descartar el contagio

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  • Hospital de San Carlos, en San Fernando. -

Al extremo del pasillo, Ana Ros solo se ha separado del ordenador para decirle a sus hijas cuánto las quiere y ayudar en la logística doméstica respondiendo a las preguntas de su familia o dando instrucciones. No ha parado. Tampoco ante la incertidumbre. “Lo que peor he llevado es no poderlas abrazar”, admite conteniendo la emoción.

Confinada en casa desde el miércoles pasado, aislada en su propio domicilio, la responsable de comunicación de Vox en la provincia, isleña, explica que ni tan siquiera ha pasado por la cocina. Este sábado recibió el resultado negativo de las pruebas, que tuvo que hacerse por estar en contacto con uno de los contagiados en Cádiz.

Hasta conocer el diagnóstico, le recomendaron que se alejara de los fogones y que, entre otras cosas, no compartiera cubiertos, toallas o sábanas y extremara la higiene y la desinfección del baño y la casa en general. Se lo plantearon en el hospital, donde no pudieron tomarle las muestras necesarias para determinar si portaba el coronavirus.


Le pidieron que no saliera de su vivienda y aguardara a que la llamaran. Y comenzó una espera desesperada de 72 horas hasta que sonó el timbre y el personal sanitario, debidamente protegido, se plantó en el dormitorio. Ha estado bien todo este tiempo.

“Se juntaron los primeros positivos, unas jornadas maratonianas de mucho trabajo, y hasta cierta sugestión”, explica. El parte médico, sin embargo, apuntaba a síntomas propios de la enfermedad y la prevención es fundamental. Ha seguido a pies juntillas las reocmendaciones. Por responsabilidad y prudencia.

Por eso no comprende que el director del centro escolar de su hija pequeña la conminara a recogerla el viernes. “Podía ir a clase sin problema alguno. Ningún médico dijo lo contrario”, sostiene, al tiempo que lamenta los modos. “La han señalado y nos han tratado como apestados”. El suceso corrió como la pólvora y denunció los hechos en un vídeo por redes sociales. “Dejemos de inventar mentiras y no hagamos sufrir a los más pequeños”, pidió.

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