La subdelegada del Gobierno en Huelva, Manuela Parralo, ha destacado "el buen funcionamiento" de los controles terrestres en la frontera con Portugal, indicando que los que mejor están funcionando son los de Rosal de la Frontera y los de Ayamonte, después de que el pasado martes se restablecieran por la pandemia del coronavirus.
En este sentido, en una entrevista telefónica a Europa Press, Parralo ha indicado "la falta de incidencias" apuntando que "se ha hecho volver a vehículos de turistas portugueses que querían entrar en España" pero, en términos genéricos, "no está habiendo dificultad".
En este contexto, la subdelegada ha señalado que los camiones de mercancías y los trabajadores transfronterizos "no está teniendo problemas" para acceder a ambos países, así como los extranjeros que tienen permiso de residencia en España.
Por otra parte, ha indicado que la única incidencia "reseñable" es que "los portugueses han puesto unas vallas de hormigón en algunos pasos" como el de Paymogo o de Barrancos --municipio portugués cercano a Encinasola-- y "se ha pedido que los quiten porque en caso de que hubiera una incidiencia como un incendio podría ser un problema".
SANCIONES POR EL CONFINAMIENTO
Por otra parte, la subdelegada ha aclarado que la Policía Local está en estos momentos bajo el mando único del Ministerio del Interior y que se están poniendo algunas sanciones por incumplir el confinamiento impuesto por el estado de alarma, pero "puntuales".
A este respecto, Parralo ha indicado que los ciudadanos está respondiendo "muy bien" y ha agradecido a la sociedad onubense "su comportamiento ejemplar y solidario y responsable".
Por otra parte, la subdelegada ha informado de que el protocolo que establece el Ministerio de Salud por los fallecimientos contempla que, a los tanatorios, "solo pueden ir los familiares más cercanos" ya que el hecho de que acudan amigos supondría "un aumento del contagio" por lo que los pésames "habrá que darlos por teléfono". Respecto al funcionamiento, Parralo ha señalado que los tanatorios y los entierros e incineraciones "siguen su ritmo habitual".