Tras las consecuencias de las medidas decretadas por la crisis del Covid-19, la Universidad Pablo de Olavide se ha comprometido a mantener todos los contratos con empresas que prestan servicios en el campus a pesar de que no se presten en su totalidad.
Para ello, las empresas deben comprometerse a mantener el empleo y no acudir a mecanismos de reducción de plantilla tales como ERTES o ERES, ni a ninguna otra medida agresiva con el empleo.
Con esta medida, la institución pone de manifiesto su "permanente compromiso social y garantiza el empleo a más de 174 trabajadores", pensando en su protección, en la de sus familias y en las de las personas cercanas, así como posibilitando al máximo posible que cumplan con las medidas de contención de la propagación de la enfermedad Covid-19.
Estos trabajadores, que corresponden a empresas contratadas por la UPO en ámbitos como limpieza, vigilancia, mantenimiento, conserjería, jardinería o mudanzas, desempeñan unas funciones esenciales para el normal funcionamiento de todas las instalaciones en las que se desarrolla la docencia y la investigación.