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Juan José Omella pide ser "disciplinados" y "no salir de casa"

Teniendo en cuenta la "no obligación de ir a misa", después de que el pasado Viernes Santo la Policía Nacional desalojara la Catedral de Granada

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  • Juan José Omella. -

El cardenal arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan José Omella, ha pedido ser "disciplinados" y "no salir de casa", teniendo en cuenta la "no obligación de ir a misa" decretada por los obispos españoles, después de que el pasado Viernes Santo la Policía Nacional desalojara la Catedral de Granada, donde se encontraban una veintena de feligreses asistiendo a los oficios litúrgicos en los que participaba el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez.

"Lo importante es no salir de casa. Tenemos la no obligación de ir a misa, quedamos dispensados del precepto dominical, pero a lo mejor si alguien va a comprar, puede entrar en una iglesia, si está abierta, a rezar un poco, pero como tampoco hay que salir, en las iglesias al final no entra nadie, y las cierran y ya está, y la forma de hacer la misa, pues es de esa manera, como la hacemos todos, celebrar la eucaristía, y a través del streaming y la televisión, que la gente lo pueda ver, creo que eso tenemos que ser conscientes y disciplinados en hacerlo todos", ha subrayado Omella este lunes en una entrevista en la COPE, recogida por Europa Press.

Así lo ha manifestado al ser preguntado por los incidentes en algunas misas durante los últimos días, en medio del estado de alarma y, en concreto, por el desalojo de la Catedral de Granada el Viernes Santo. Omella ha precisado que no tiene "ninguna explicación de nada" pero ha insistido en que la gente se quede en casa y en que siga la misa por televisión. Además, ha añadido que si no han cerrado del todo las iglesias es porque el decreto del Gobierno tampoco lo establecía así.

"Nosotros cuando recibimos el decreto de confinamiento, en el número 11 simplemente se hablaba de las no concentraciones, de no tener mucha gente dentro de las iglesias, y nosotros los obispos ante el confinamiento y la no aglomeración de gente, quitamos la obligación de ir a misa, y creo que tendríamos que respetar eso", ha zanjado Omella.

El cardenal ha reconocido que ha vivido esta Semana Santa con un "sentimiento agridulce" debido a las medidas de confinamiento. En su caso, ha celebrado la liturgia en la catedral a puerta cerrada, aunque se ha televisado a través de la 8 Televisión, por lo que la ha visto "no solamente Barcelona, sino mucha gente de Cataluña y de fuera". Del mismo modo, se ha retransmitido a través de la radio y de YouTube.

"Sintiendo que de alguna manera el pueblo cristiano no estaba allí presente. Lo teníamos virtualmente y en espíritu, pero realmente no estaba allí. Siempre te da un poco de dolor y de tristeza, pero te hacía crecer en esa espiritualidad de saber que estás acompañado por el pueblo que te ve a través de la televisión y que después nos enviaban whatsapp", ha comentado.

CÁRITAS ESTÁ "DESVIVIÉNDOSE"

Sobre el papel de la Iglesia en esta crisis, el cardenal Omella ha destacado el papel de Cáritas que es "la misma Iglesia católica, la mano de la caridad de la Iglesia". "Cáritas está en todas las parroquias y en todos los lugares desviviéndose. Y cuantísima gente se ha entregado a Cáritas estos días diciéndole aquí estamos nosotros para ayudar con tiempo, con personas, donde nos necesiten, voluntarios, y con dinero", ha señalado el presidente de la CEE.

En este sentido, Omella ha explicado que se han "triplicado" las peticiones de ayuda, pero, a la vez, "Cáritas está recibiendo mucho dinero de la gente que quiere compartir solidariamente". Además, la CEE "le ha entregado seis millones de euros para que las Cáritas de todas las diócesis se lo repartan" a fin de "atender a los pobres en estos momentos".

Además, la Iglesia como institución ha prestado locales para atender a las necesidades de la gente, entre ellos, seminarios para que se puedan poner camas de hospitales, o las casas de ejercicios, que han ofrecido a los médicos y enfermeras. "En Barcelona hemos puesto a disposición cuatro iglesias por si las necesitaban para poder poner camas", ha dicho Omella.

También ha organizado teléfonos como los "de la esperanza" para prestar apoyo psicológico o espiritual a las personas que sufren esta situación, o a través de streaming. Además, como no se pueden oficiar funerales con presencia de público, todos los domingos nombran en la Eucaristía a las personas fallecidas durante la semana.

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