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La portuense Irene Moreno, una piloto de altos vuelos

Jugadora de rugby del Corteva Cocos, líder de la Liga Iberdrola, y durante la pandemia pilota un avión de carga que acarrea material sanitario

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  • Irene Moreno, piloto y jugadora de rugby del Corteva. -

Irene Moreno es piloto y jugadora de rugby del Corteva Cocos, líder de la Liga Iberdrola al final de la fase regular, y durante la pandemia pilota un avión de carga que acarrea material sanitario, en su mayoría, mientras sueña con que la Federación Española rectifique su postura y proclame campeón a su equipo.

Inmersa en el ajetreo de su actividad profesional como aviadora, esta gaditana confió en una entrevista con Efe en que la Federación Española de Rugby (FER) revoque su decisión de mantener las eliminatorias por el título en la liga femenina, a diferencia de lo que ha decretado para la masculina, lo que desde el club sevillano consideran "todo un agravio".

Centrada ahora en su labor como piloto de aviones de transporte de mercancías y ayudando desde esa función en la lucha contra la pandemia de coronavirus, la delantera de las 'Cocodrilas' no pierde de vista su otra gran pasión, el rugby, ni la situación que vive su equipo como primer clasificado de la máxima categoría nacional.

Tras ganar la fase regular, el Corteva Cocos de Sevilla ha acogido con indignación la decisión de la FER de que se jueguen los 'play-off' por el titulo que ha eliminado de la competición masculina, por lo que Moreno reclamó "sensatez y lógica" a los dirigentes federativos y que den marcha atrás en esa medida.

A su juicio, "no tendría sentido jugar un partido de la 2019-20 en plena temporada 2020-21", dijo sobre la actual incertidumbre respecto a si se podrán disputar las semifinales y la final de esa fase, debido al estado de alarma por el COVID-19, y a cuándo podrían desarrollarse con todas las garantías sanitarias exigidas.

"La decisión tomada con nosotras es una incoherencia. No entendemos la desigualdad de criterios con respecto al masculino. La normativa dice que la Liga tiene que acabar antes del 5 de julio, es una barbaridad", recalcó Irene Moreno.

Ante la crisis sanitaria, defendió que "hay que cuidar a las jugadoras" y que "no se entiende el criterio desigual (aplicado) entre hombres y mujeres", cuando "ellos ni siquiera han acabado la liga regular y les han dado el título", indicó en referencia al VRAC Quesos Entrepinares, proclamado campeón masculino.

Respecto a cómo compagina su trabajo con el rugby, la delantera del Corteva Cocos, nacida hace 30 años en El Puerto de Santa María y residente en Barcelona, precisó que realiza "viajes de ida y vuelta a Sevilla sólo para entrenar" cuando se lo permiten sus obligaciones como piloto de la compañía bahrainí Swiftair.

Su empresa está dedicada, "en un 90 por ciento" de sus servicios, a la carga, aunque explicó a Efe que el pasado marzo comenzó a operar vuelos "sólo con material sanitario" en unas condiciones de higiene "casi iguales que antes".

"Al principio pusieron un bote de gel y luego, según esto fue avanzando, se desinfectaban los aviones una vez por semana", lo que "no tiene mucho sentido porque el avión cada día lo cogen dos personas distintas", añadió.

En esa etapa, señaló la jugadora andaluza, hicieron "vuelos extras en los que iba el material sanitario" y, "al principio", un buen número de ellos "únicamente eran para mascarillas y test, pero eso ya no está pasando", mientras que ahora operan ya "con los paquetes habituales, incluido algún producto médico".

Irene Moreno ha notado algunos cambios en la rutina, que antes incluía la pernoctación en hoteles, mientras que "ahora, al estar cerrados", se alojan en "apartahoteles en los que únicamente tienen derecho a estar trabajadores" de servicios esenciales y hasta los que tienen que trasladarse "de dos en dos y con mascarilla".

"En el avión, la mascarilla es incómoda por los microcascos. Yo llevó los míos propios, no me parecía bien usar los de todo el mundo. Cada uno toma sus medidas, sobre todo los que vuelan desde Madrid: están un poco obsesionados. Yo, no tanto; uso mucho gel y tengo cuidado, nada más", relató.

Consideró, sin embargo, que "es un poco raro que en las terminales haya mucha seguridad" cuando "en una cabina, con dos personas dentro, es un poco complicado eso de guardar la distancia" y existen "riesgos" al volar, como le ha sucedido "con un compañero que había estado de baja porque su novia tenía el virus y a él no le habían hecho ningún tipo de test".

Mientras extrema las medidas de seguridad desde su puesto como piloto, la delantera del equipo sevillano aguarda expectante, como todo su club, a que la Federación atienda sus razones y les reconozca, por primera vez en su historia, como campeonas de liga.

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