Dos hombres han sido condenados por la Audiencia Provincial de Málaga a un total de 24 años de prisión por explosionar diez cajeros automáticos en entidades bancarias de distintos municipios de la provincia de Málaga y de Cádiz en 2016.
El juicio se ha celebrado hoy en la Audiencia Provincial de Málaga y en el banquillo de los acusados había un total de cuatro personas, dos de ellas acusadas por tráfico de drogas y los otros por tener un plan preconcedido para explosionar los cajeros y robar, pero no ha sido necesaria la vista oral al conformarse los acusados.
La sala de la Ciudad de la Justicia donde se ha celebrado el juicio estaba totalmente acondicionada con mamparas que separaban a los abogados y los micrófonos forrados para evitar contagios.
Los principales acusados, ambos de del Reino Unido, han reconocido el relato acusatorio del fiscal que los acusaba de ejecutar un plan para obtener un ilícito beneficio patrimonial tras hacer explosionar cajeros automáticos.
Utilizaban dos bombonas, una de oxígeno y otra de acetileno, que transportaban en un carro de aluminio, con la intención de fracturar el expendedor de billetes y así acceder a la caja fuerte del cajero, llegando a sustraer, en algunos casos, el dinero que había en el interior.
Se les condena por el robo en diez cajeros, tres de ellos consumados y el resto en grado de tentativa, en los municipios de Alhaurín el Grande, Monda, Marbella, Málaga capital, Ojén, Algarrobo, Mijas y en Tarifa (Cádiz).
Los procesados causaron cuantiosos daños en todos los cajeros automáticos por importe superior en algunos de ellos de los 34.000 euros y lograron robar 71.600 euros en tres cajeros.
La Policía incautó además en los registros domiciliarios dos granadas de mano, catalogadas como armas de guerra, dinero y más de cuatro kilos de marihuana, además de un pasaporte manipulado.