Toda la plantilla del Cádiz se concentró en las instalaciones de El Rosal para seguir en directo el partido del Zaragoza y allí celebró el ascenso. Sólo faltó Garrido, según desveló Salvi ante las cámaras del club, "porque se tiene que operar a las 10.00".
La alegría se desbordó en cuanto comenzaron a caer goles a favor del Oviedo, que cerró su triunfo con facilidad. Con un simple empate habría servido, pero apenas hubo que sufrir. El resultado acompañó y el Cádiz ya es de Primera.