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“En Cádiz a día de hoy vivimos odiándonos”

El ex concejal del PP José Blas Fernández vuelve a la trinchera política al frente de una plataforma ciudadana para “levantar una ciudad adormecida”

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  • Catorce meses después de poner fin a 36 años como edil, José Blas Fernández vuelve a la escena política. -
  • “El alcalde tira de palabrería y la oposición está confinada políticamente; hace falta gente que no viva del voto”

Lo advirtió hace exactamente catorce meses. José Blas Fernández aseguró que no daba por cerrada su vida política a mediados de junio de 2019, cuando puso punto final a su etapa como concejal en el Ayuntamiento de Cádiz después de 36 años como edil de Alianza Popular, primero, y del Partido Popular, después, de manera ininterrumpida. Ya está de vuelta en las trincheras.

En esta ocasión, se pone al frente de una plataforma ciudadana local, todavía en estado embrionario e integrada inicialmente por “seis o siete personas con ideas políticas distintas”, con el compromiso “de levantar una ciudad adormecida”.

Circunscribe el movimiento a la ciudad de Cádiz únicamente y, aunque niega que la plataforma tenga un fin electoral, no lo descarta. “Siempre está la inquietud, la vocación, y si al final sale un grupo independiente, ahí estaremos”, asegura. Pero insiste en que el objetivo es poner el motor de la capital “en marcha”.

“El alcalde de Cádiz nunca debió ser alcalde de Cádiz, en la vida”, sentencia. “Vive de la palabrería, de la letra menuda, vive de cambiar el nombre (al estadio Ramón de Carranza y la Avenida Juan Carlos I), de distraer al personal”, acusa a José María González, Kichi, “mientras Cádiz está medio sucia, medio levantada, adormecida, convirtiéndose en una ciudad rutinaria”.

Advierte, igualmente, de la estrategia del enfrentamiento desplegada por parte del equipo de Gobierno. Señala como un buen ejemplo de ello el rechazo a las viviendas con fines turísticos. “Parece que las va a quitar para dárselas a los pobres” pero eso es imposible, “no llega a nada”, salvo a “enemistar a los gaditanos, a enfrentar a unos y a otros”. La consecuencia de todo esto, lamenta, “es que vivimos odiándonos, vengándonos, y eso no es la política”.

La oposición, por su parte, “está confinada políticamente”, sostiene. “No puede hacer más porque  el Gobierno ni siquiera responde a las preguntas que se formulan o a las irregularidades que se denuncian; los plenos, telemáticos, han perdido el calor y no se ejecutan los acuerdos que se aprueban”.

Pero el principal problema que encuentra, generalizado en la Corporación, dice, “es que no hay contacto con la calle, es gente que va ahí para ganar dinero, especialmente muchos jóvenes que no tienen profesión ni nada y tratan de ir ascendiendo, moviendo el rabo al jefe y aplaudiéndole”.

“Todos son iguales, todos tienen asesores y todos nombran a amigos de los amigos en los sitios donde pueden nombrarlos”, explica. Y agrega: “Hay quien lleva más de 30 años así y, al final, es un profesional de la política, no un profesional en política como he sido yo”. “Nunca estuve hipotecado: entré en política cuando quise entrar y me marché cuando debí irme porque tengo mi profesión”, afirma el también presidente del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz y Ceuta y del Consejo Andaluz de Colegios.

Por todo ello, defiende, por un lado, que tomen protagonismo quienes, por trayectoria, experiencia y libertad, “no necesitan del voto para vivir y no están en ese embrollo” y, por otro, quienes antepongan el municipalismo a cualquier interés ideológico.

“En el municipalismo no hay color político, el municipalismo no es de derechas o de izquierdas”, afirma, al tiempo que considera, cuestionado al respecto, que “se puede llegar a acuerdos de ciudad y es lo deseable, lo bueno sería que todas las fuerzas políticas se sentaran para pactar” lo conveniente para la ciudad. La plataforma trabajará únicamente en este sentido. “Queremos una ciudad próspera, amable, en la que funcionen los servicios públicos” y que ofrezca atractivos para venir, concluye.

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