Manuel Díaz ‘El Cordobés’ ya está en capilla. El sábado 17 de abril reaparecerá tras dos temporadas alejado de la profesión por la implantación de una doble prótesis de cadera por una artrosis que estuvo a punto de sentenciar su carrera y que, según ha explicado en una entrevista, no le va a impedir "ser el mismo".
'El Cordobés', quien toreará en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) con Enrique Ponce y Emilio de Justo una corrida de Juan Pedro Domecq, no descarta volver a torear con su hermano Julio Benítez.
De hecho, su retirada se produjo después de los 'mano a mano' junto a él, que también tuvo que dejar los ruedos después de sufrir un gravísimo accidente de circulación: “Si esto avanza y sigue para adelante volveré a torear con Julio”, afirma.
“Para mí, personalmente, me motivó mucho torear con él, significó mucho en mi vida que el toro nos uniera después de tantos años”. explica el matador, quien indica que ha conocido "a un hermano y eso no puede ser más agradable". "Ojalá podamos retomarlo; ésa es mi intención”, remacha.
La lesión de caderas, en un principio, parecía el final de su trayectoria como matador de toros.
“Me operé de una pierna y a los seis meses hubo que afrontar la otra”, recuerda el diestro, quien después de preguntar al médico, comenzó la rehabilitación con la meta puesta en su retorno a los ruedos, "tres años de mucha intensidad, de gimnasio, de rehabilitación, de terapia… de un constante esfuerzo diario" tras el que a día de hoy se encuentra "perfectamente y sin ninguna limitación”.
Con dos prótesis de titanio que no le van a "a impedir en nada" torear, Manuel Díaz no ha puesto aún fecha al alcance de esta reaparición y afirma que "el planteamiento lo va a marcar la situación" y como se vaya encontrando.
Ya cuenta con el ofrecimiento de plazas clave en su trayectoria profesional, como la de Burgos o Huesca, si bien por ahora prefiere dar pasos más cortos, como el de Sanlúcar, para ver sus sensaciones, cómo se encuentra.
Por ello, ha intensificado su preparación por distintas ganaderías del entorno de Sevilla antes de volver a vestir el traje de luces, entrenamientos que le han supuesto volver a la cara del toro después de casi tres años en el dique seco y en los que el primer día que se puso delante de una becerra era "incapaz" de moverse como se movía "antes".
"Mi cabeza quería ir para un lado pero mi cuerpo no me lo permitía”, reconoce Manuel Díaz, quien agrega que cuando se metió en el coche, él "mejor que nadie, sabía las sensaciones que había tenido", miró a su hermano Chema y le dijo: "¡Estamos locos!”, bromea.
Afortunadamente, la evolución posterior ha sido muy positiva, ha toreado varios novillos "y ahora viene la preparación con toros", de los que "por desgracia hay muchos en el campo por efectos de la pandemia" y su idea es ir poniéndose delante de reses más fuertes dos semanas antes del compromiso, "pero todas las sensaciones son positivas”, enfatizó.
Para la ocasión, guarda un vestido especial que se quedó sin estrenar antes de la indeseada retirada, que "sigue ahí colgado y no ha pasado un mes sin que haya ido a verlo" pensando en que se lo volvería a poner.
El veterano diestro, quien el próximo junio cumplirá 53 años, mantiene la línea a pesar de la inactividad de estos años porque está "entrenando a tope" y se cuida "más que nunca": "Vengo porque quiero y no tengo presión, ya no tengo que demostrar nada”, subraya.
“No se trata de que me vaya ahora a convertir en un torero de arte ni nada de eso”, bromea 'El Cordobés' antes de ponerse más serio al afirmar que siente “otro poso” y que, fiel a su estilo, tiene "otra forma" de enfrentarse a las cosas: "Tengo otros matices, este tiempo me ha hecho madurar pero la chispa y la conexión con la gente siguen siendo los mismos”, concluye.
