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“No podemos ir a la reconstrucción tras el Covid con las reformas laborales actuales”

Antonio Pavón será reelegido al frente de UGT Cádiz con el aumento de afiliados y delegados y la labor informativa y revindicativa ante la crisis como avales

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  • El secretario general de UGT Cádiz, Antonio Pavón, en la sede del sindicato. -

Antonio Pavón será reelegido mañana como máximo representante de UGT Cádiz salvo sorpresa. El dirigente sindical afronta el congreso satisfecho con la respuesta de la organización ante la pandemia, que ha disparado el número de consultas, y los acuerdos alcanzados tanto a nivel nacional como regional con las administraciones. Partidario del diálogo, la negociación y los pactos, no renuncia a la movilización ante la crisis. “Somos reivindicativos porque tenemos condiciones sociolaborales precarias”, se justifica, y advierte de que es preciso derogar las reformas laborales para la recuperación.  

¿Por qué te decidiste a optar a la reelección?

–Me mueve principalmente mi compromiso en la lucha contra las desigualdades y la injusticia social y mi compromiso personal con esta organización.

¿Han quedado atrás los años convulsos del sindicato?

–Sí, en los dos años que llevo al frente de la organización hay consenso en torno a la tranquilidad, la coherencia, el apoyo y la unidad del proyecto. De hecho, mi candidatura tiene el respaldo de las distintas estructuras del sindicato y de la secretaria general de UGT Andalucía, Carmen Castilla.

¿Crecéis?

–Esa es una de las bazas que llevamos al congreso provincial. Superamos los 20.000 afiliados ahora mismo, adelantando a Málaga, segunda provincia con mayor número. Y, pese a la pandemia, con la actividad paralizada, se han elegido 739 delegados en Cádiz, de los que 329 son de UGT, 57 más que la segunda fuerza sindical. Con respecto a 2016, cuando tuvimos 191, crecemos más de un centenar. 

En los últimos años, los sindicatos, como los partidos y las instituciones, han sufrido una crisis de reputación. ¿Tenéis el respaldo social?

–A los sindicatos nos meten en el mismo paquete que los políticos y podemos tener críticas, pero no se puede cuestionar la fortaleza y la conquista y mantenimiento de derechos por nuestra organización. Cuando alguien dice que los sindicatos no sirven para nada, siempre digo que a ver si es capaz de renunciar a todo aquello que hemos conseguido y ha costado un esfuerzo enorme. Y una cosa importante, nosotros vivimos de nuestros afiliados, pero las conquistas que realizamos son para todo el conjunto de la sociedad. Somos un sindicato útil no solo para la clase trabajadora.

Los sindicatos podemos tener críticas, pero no se puede cuestionar la conquista de derechos sociales”

Se han disparado las consultas con la pandemia, según los datos que habéis facilitado.

–Hemos tenido más de 100.000 consultas en la provincia, un millón en Andalucía. Hemos hecho una labor ingente ante la incertidumbre de trabajadores que entraron en ERTE sin saber en qué condiciones, que se han ido modificando o han ido incorporando a los fijos discontinuos.

¿La pandemia ha rebajado la conflictividad?

–No. Evidentemente hay un sector que está hibernando pero seguimos ahí, con los que están trabajando, con la prevención de riesgos laborales o el cumplimiento de los protocolos Covid, sigue habiendo despidos o negociación de convenios, donde intentamos poner en valor el convenio laboral sobre el de empresa. Nosotros somos los primeros interesados en que no haya conflictividad laboral, que llega cuando no hay avance en el diálogo. Tratamos de llegar a acuerdo en el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales en Andalucía (Sercla) y evitamos llevar a la vía judicial el conflicto. Y nos preocupa la imagen que da la provinicia como conflictiva. Nada más lejos de la realidad. Pero sí somos reivindicativos porque tenemos unas condiciones sociolaborales muy precarias.

De hecho, estáis movilizándoos y tenéis previsto continuar con al menos tres cuestiones en agenda.

–Tenemos reivindicaciones históricas como la subida del Salario Mínimo Interprofesional, que creemos que tiene que llegar a lo que marca la Agenda Social Europea, o la derogación de la reforma de las pensiones de 2013, recuperando el consenso que se estableció en 2012.

Y la derogación de las reformas laborales.

–Para salir de la crisis no podemos utilizar las herramientas que tenemos ahora mismo porque están desfasadas. Las reformas laborales actuales se hicieron en un contexto muy distinto al que tenemos ahora y con el objetivo de debilitar los derechos de los trabajadores y facilitar el despido. Con estas herramientas no podemos ir a la reconstrucción de la sociedad tras el Covid.

Pedimos que las ayudas estén condicionadas al mantenimiento del empleo y parece que por ahí irán”

¿Qué va a pasar cuando se acaben los ERTE?

–Deben continuar mientras mantengamos la situación de pandemia. Creo que están convencidos todos. Son flexibles y tenemos amarradas todas las salvaguardas del mantenimiento del empleo.

¿Llegan tarde las ayudas directas?

–Al principio se pensaba que la pandemia duraría dos o tres meses y las medidas de hibernación de la economía se han ido prolongando. La ministra (de Industria, Comercio y Turismo) Reyes Maroto dijo esta semana en Cádiz que se han aprobado 1.100 millones para Andalucía en ayudas directas, que muy posiblemente serán capaces de mantener el tejido productivo. Hemos pedido que estén condicionadas al mantenimiento del empleo y en esa línea irán.

La provincia tiene pocas empresas y pequeñas.

–Sí, el tejido productivo es muy atomizado. Pero las grandes empresas vienen a ganar dinero a toda costa, no tienen escrúpulo ni vinculación con el territorio y los trabajadores. La pequeña y mediana empresa es familiar.

Estamos pendiente de los fondos europeos, pero la provincia tiene elementos suficientes para despegar”

No es el único problema de la provincia para la recuperación.

–No podemos olvidar la brecha salarial con respecto a las mujeres; el paro femenino, que es superior al masculino; el desempleo estructural o la crisis del sector industrial no solo en la Bahía de Cádiz, con Airbus y Navantia, siempre con la espada de Damocles de la carga de trabajo, sino también en el Campo de Gibraltar, donde Acerinox ha hecho dos ERE o se ha cerrado la central térmica, y estamos pendientes del proyecto Fondo de Barril, que crearía 3.000 puestos de trabajo. Y la escasez de infraestructuras, como el corredor ferroviario, el desdoble de la N-IV, la autovía que conecta el Campo de Gibraltar con la Bahía de Cádiz o la conexión entre la Sierra y la Costa del Sol por Antequera. 

Pero, ¿hay esperanza?

–Es necesario un plan específico de empleo para la provincia de Cádiz, articular mesas de trabajo conjuntas entre todas las administraciones y los agentes económicos y sociales y estamos pendientes de los fondos europeos, que creemos que pueden romper con la temporalidad y la precariedad. Nos han dicho que el proyecto Lógica (conocido hasta ahora por Las Aletas) va a ponerse en marcha otra vez y que serviría para darle salida a los productos gaditanos. Está también el sector de la piel, consolidado, con una mano de obra joven y muy cualificada. La provincia tiene elementos suficientes para despegar.

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