Fin a una de las tradiciones más singulares de Alcalá la Real. El alcalde, Marino Aguilera, ha confirmado este martes, en una publicación a través de redes sociales, el fin del uso de palomos vivos en la procesión que cada año se realiza con motivo de la festividad de la Candelaria.
“Quiero expresar mi apoyo a las Cofradías de la Virgen de las Mercedes y del Dulce Nombre de Jesús ante el expediente abierto por la Junta a causa de una denuncia interpuesta por asociaciones animalistas. He seguido de cerca este caso desde que tuvimos conocimiento de la denuncia, intentando reducir al mínimo los perjuicios para ambas entidades, pero lamentablemente y con la ley en la mano, ya no se podrán utilizar palomos en la Candelaria”, ha señalado el alcalde.
“La Ley de Protección Animal establece la prohibición de "emplear animales en exhibiciones, circos, publicidad, fiestas populares y otras actividades, si ello supone para el animal sufrimiento, dolor u objeto de tratamientos antinaturales". El primer edil ha aclarado que “la Junta no ha actuado de oficio, sino que cumple con su obligación de aplicar la ley”.
“La tradición continuará, estoy seguro de que ambas cofradías sabrán encontrar una alternativa que mantenga la ilusión y reconocimiento a colectivos que siempre han supuesto los palomos disfrazados”, ha concluido el alcalde.
