Una segunda oportunidad es lo que pide la protagonista de ‘La rebelión de Bernarda’, el corto en el que el periodista Jorge Pastor da al personaje de Federico García Lorca la oportunidad de ser autónoma, independiente y dueña de su destino. Un mensaje que este viernes ha calado entre los internos de la prisión de Almería.
Y es que Pastor, guionista y director de esta producción audiovisual, ha llevado al salón de actos del centro penitenciario ‘El Acebuche’ esta obra con un “mensaje muy sensible”, especialmente importante para aquellos que por un error en su vida acabaron entre rejas y aspiran a un futuro mejor cuando abandonen la cárcel.
“Tenemos, ahora mismo, una distribución fundamentalmente en festivales y en actos de carácter público y privado, prácticamente de toda España. El corto está especialmente recomendado para la igualdad de género por el Ministerio y nos han llamado de muchos centros educativos, y así surge la posibilidad de hacerlo en la prisión”, revela Pastor en declaraciones a EFE.
Así pues, no dudó en elegir este sitio “emblemático” para proyectar ‘La rebelión de Bernarda’, aunque las dudas, especialmente sobre cómo trasladar su mensaje de segundas oportunidades, seguían presentes. “Hablando incluso con el director de la cárcel (Miguel Ángel de la Cruz), nos animó a darlo”, apunta.
Y es que el creador tiene claro que todo el mundo merece esa segunda oportunidad, “incluso cuando tu destino está escrito en un libro que es una obra maestra de ciento y pico páginas”. “Es un derecho que tenemos todas las personas. Después de este periodo que hemos pasado (en referencia a la pandemia), en el que nos hemos planteado tantas cosas en la vida, era el momento de un mensaje muy oportuno”, añade.
Pero esta Bernarda que tras, ya, 86 años de carga decide casi romper la cuarta pared para rechazar un papel que le fue asignado y no pudo elegir, también es una Bernarda feminista, muy diferente a la que inmortalizó Lorca, aún respetando su lenguaje y formas de hacer.
“Es una reivindicación también en el sentido de la igualdad de oportunidades, de la igualdad de género, feminista. Bernarda no es una matriarca, es un patriarca que representa todos eseos valores sociales machistas. La sacamos de ese rol en el que Federico la puso con toda su intención y le decimos: Tienes derecho a ser una mujer libre, y también una madre libre”, afirma.
Porque, recalca Pastor, este mensaje afecta a Bernarda como progenitora y como mujer, pero también a sus propias hijas, que en los primeros compases del corto son capaces de cuestionar esta rebelión porque su destino está escrito en un libro. “Hay muchas rebeliones en este corto”, asegura.
No menos rebelde es la actriz Carmen Ruiz-Mingorance, protagonista del cortometraje e intérprete desde hace más de tres décadas de Bernarda Alba en las representaciones que se realizan en Valderrubio (Granada).
“Ella misma se rebela contra el personaje. Ha interpretado a Bernarda de mil maneras, para ella es una rebelión, una liberación, salirse de ese esquema, de la Bernarda de siempre”, mantiene.
Cuando los hombres de los módulos 21 y 8, junto a las internas del módulo de mujeres, son capaces de llorar con una obra de apenas 18 minutos, y aprovechar el turno de preguntas para realizar alegatos feministas… Está claro que la rebelión ha hecho mella entre los muros de El Acebuche.