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Votos que llegan a las urnas desde una prisión

En prisiones como "El Acebuche" de Almería están en marcha los mecanismos para que sus papeletas puedan llegar a tiempo el próximo 28 de mayo

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  • El director del centro penitenciario de El Acebuche. -

Los internos de un centro penitenciario pueden estar privados de libertad, pero no por ello dejan de poder ejercer derechos básicos como el del voto, por lo que en prisiones como "El Acebuche" de Almería están en marcha los mecanismos para que sus papeletas puedan llegar a tiempo el próximo 28 de mayo.

“Mandamos a todos los módulos una convocatoria para todos los internos que deseen votar. Tienen que cursar una instancia hasta 10 días antes de cuando se producen las elecciones. En este caso, hasta el 18 de mayo”, explica a EFE la subdirectora de Tratamiento de la cárcel almeriense, María del Mar Soriano.

“Días antes nos ponemos en contacto con la funcionaria de Correos que tiene que venir al centro penitenciario para que los internos formulen la solicitud del voto por correo. Cuando lo hacen, a los pocos días se vuelve a desplazar al centro con los votos en sí, y ya después se transmiten”, abunda Soriano.

Aunque todavía queda plazo para que los reos manifiesten su interés en ejercer el derecho al sufragio, en el momento de hablar con Soriano son ya 24 los que han cursado la correspondiente instancia. La población reclusa supera de media las 800 personas en la prisión de Almería, dato que hace esperar que se emitan más votos que en otras ocasiones.

Soriano indica que los propios presos solicitan información, respondida por los profesionales de Tratamiento o por cualquier funcionario. “Además, cuando se les pide que cursen las instancias, se les entrega también una fotocopia de los artículos de la ley de régimen electoral para que tengan conocimiento del proceso electoral”, añade.

El director de ‘El Acebuche’, Miguel Ángel de la Cruz, incide en que “las personas recluidas en los centros penitenciarios conservan los mismos derechos fundamentales que los ciudadanos libres”.

“Uno de ellos es el de participar en el sufragio activo, es decir, el derecho de votar en unas elecciones. Por lo tanto, los internos, todos tienen ese derecho y pueden ejercerlo”, precisa.

“Otra cosa es el derecho de sufragio pasivo, el de ser votado. Eso tendría que venir recogido una sentencia para que una persona no pueda participar pasivamente unas elecciones”, recalca.

Tal vez no tan conocido sea que los partidos políticos “tienen el derecho de realizar sus ofertas políticas” a los internos, que tienen el mismo “derecho de acceder a esa información” que los ciudadanos libres.

“Un partido político podría perfectamente realizar una intervención de su programa político en un centro penitenciario, porque así se estaría cumpliendo el derecho del partido político a hacer esa oferta informativa y el derecho de los reclusos a recibirla”, apostilla De la Cruz, que añade que no han recibido ninguna petición en ese sentido.

El director subraya que en una cárcel se reproducen los esquemas de participación previstos en la ley de régimen electoral para que este derecho “quede plenamente garantizado”, porque estar internado en una prisión “no debe de ser óbice alguno para esta participación”.

Recuerda además que no todos los internos precisarán del voto por correo, porque ya disponen de la “posibilidad real de participar activamente presencialmente”, como es el caso de los que se encuentran en el centro de inserción social (CIS), que tienen “un régimen de semilibertad".

De la Cruz mantiene que este año los internos “se han precipitado en cuanto a sus solicitudes de participación”. “Parece que puede haber más interés que en anteriores elecciones (…) y que puede haber un mayor nivel de participación”, concluye. 

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