Airbus ha oficializado los graves problemas financieros e industriales asociados a los problemas con el motor del avión militar A400M que se ensambla en Sevilla y se han conocido en este arranque de año. El grupo aeronáutico, en la presentación de los resultados del primer trimestre del año, ha reiterado como ya señaló al trascender estos problemas que el coste económico aún es pronto para evaluarse.
Pero anticipó que “podría ser significativo” el impacto en los estados financieros de la firma. Este diario ya publicó que el coste de reparar los motores averiados (42 motores como máximo) y reordenar el funcionamiento de la planta de ensamblaje de Sevilla en tanto se reciben nuevos motores ya sin esos fallos podría ascender hasta 2.500 millones. Airbus tenía provisionados, a final del pasado año, 5.000 millones para atender sobrecostes de los programas A350 (civil) y A400M.
Tom Enders, el consejero delegado de la empresa, señala literalmente en la nota difundida por la empresa: “Estamos afrontando un serio reto para la producción y las entregas del A400M a los clientes debido a los nuevos e inesperados problemas en la reductora del motor. Es muy frustrante pero tendremos que superarlo junto a nuestros proveedores del motor”. El propulsor TP400 lo construye el consorcio internacional Europrop, en el que participa la española ITP o la inglesa Rolls Royce.
Además, Airbus detalla que después de la publicación de una directiva de aeronavegabilidad por parte de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), tras la parada súbita en vuelo de uno de los cuatro motores de un A400M que estaba siendo utilizado por el ejército de Reino Unido, Airbus ha lanzado una evaluación técnica e industrial para asegurar “soluciones tanto a corto como a largo plazo”.
Entregas
Una vez detectados estos problemas -dos, uno ya en vías de solución y otro relacionado con un engranaje de la reductora que se desgasta más de lo previsto y que es el más grave-, la compañía está evaluando el su impacto en los 21 aviones ya entregados a clientes. También estudia el impacto en la línea de ensamblaje de Sevilla y se negocia con los clientes un calendario de entregas y de inclusión de las capacidades militares previstas.
En lo que va de año 2016, la empresa ha entregado sólo dos aviones pero mantiene oficialmente que podrá despachar 20 como anunció a final de 2015. Esto supondría duplicar el ritmo del año pasado, pero quedará aún un escalón por subir para llegar a los 26 que la empresa considera que puede llegar a entregar anualmente cuando el programa esté estabilizado.