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Salvemos Mojácar pide a Carboneras que derribe el Algarrobico

Cabe recordar que la actuación llega después de que, en diciembre, el Tribunal Supremo admitiese a trámite el recurso de la Junta de Andalucía

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  • El Algarrobico -

Salvemos Mojácar ha solicitado este lunes al juzgado de lo Contencioso-administrativo de Almería que obligue al Ayuntamiento de Carboneras a incoar un expediente de demolición del hotel de Azata del Sol en el paraje de El Algarrobico después de que el consistorio no haya atendido la petición que curso en este sentido en noviembre de 2016.

El anuncio de recurso, consultado por Europa Press, informa al juzgado de que, mediante silencio administrativo negativo, se deniega a la entidad conservacionista lo solicitado para restablecer, mediante el derribo del inmueble de una veintena de plantas y 411 habitaciones, la legalidad urbanística y la realidad física alterada por ser el hotel "ilegal e ilegalizable, así como "manifiestamente incompatible con la ordenación urbanística".

Cabe recordar que la actuación llega después de que, en diciembre, el Tribunal Supremo admitiese a trámite el recurso de la Junta de Andalucía contra la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que le denegó el auxilio judicial para entrar y tomar posesión de la finca del Algarrobico en ejecución del derecho de retracto firme que ejerció por 2,3 millones de euros en 2006 y le instó, a su vez, ha hacerlo efectivo en la vía civil.

En el escrito que Salvemos Mojácar remitió al Ayuntamiento de Carboneras en noviembre de 2016 se desgranaban los pronunciamientos judiciales por los que la zona en la que se asienta el hotel está catalogada como espacio protegido, ya que el TSJA suspendió cautelarmente el plan de ordenación de recursos naturales (PORN) de 2008 y dejó el área catalogada como C1 a raíz de la normativa ambiental de 1994, esto es, área natural de interés general.

Los conservacionistas reprochaban al Consistorio que, en un pleno celebrado en 2009, interpretara "deliberadamente" el auto del TSJA "en sentido opuesto a lo que en él se ordenaba" para tratar de dar "cobertura legal a la clasificación irregular de El Algarrobico como urbanizable en el PGOU", máxime cuando, posteriormente en 2012, el TSJA confirmó nuevamente que El Algarrobico era espacio protegido, no urbanizable.

Insistía, en esta línea, que el Tribunal Supremo, en sentencia de fecha 10 de febrero de 2016, dictaminó que el sector S-T1 de El Algarrobico "goza del nivel de protección que tenía en el PORN de 1994, es decir zona C1, áreas naturales de interés general, donde no es compatible la construcción de hoteles".

"A pesar de que el Ayuntamiento de Carboneras sigue clasificando a El Algarrobico como urbanizable en el PGOU, en aplicación de un auto que ordena lo contrario, la clasificación legal de El Algarrobico es de suelo no urbanizable", destacaba Salvemos Mojácar para solicitar el expediente de demolición, que también apoyaban en los tres pronunciamientos del Tribunal Supremo sobre la vulneración de la Ley de Costas, entre otros.

"ACCIONES DILATORIAS DE LA JUNTA"

En un comunicado, la asociación conservacionista señala que adopta esta decisión "en reacción" a lo que ellos interpretan como "acciones dilatorias" de la Junta de Andalucía en la toma de posesión de la finca sobre la que se levanta el hotel

"La admisión a trámite del recurso no implica que el Tribunal Supremo vaya a dar la razón a la Junta y eso, además, se decidirá en sentencia que como muy pronto saldrá en 2018", apunta para considerar que, en caso de ser contraria a los intereses de la administración, "habrá sido otra pérdida de tiempo y la Junta tendrá que empezar un pleito civil contra Azata para que le entregue los terrenos lo que se puede demorar varios años más".

Por este motivo, según subraya Salvemos Mojácar, para la que" ese pleito civil contra Azata lo debía de haber presentado la Junta en junio de 2015, cuando se lo dijo el TSJA, y a estas alturas ya habría sentencia", ha resuelto acudir a la vía contencioso-administrativa". "La Junta tiene una dudosa y cuestionable actitud, así como escaso interés por demoler el hotel", concluye.

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