Fue sentenciado junto a otros tres por matar en noviembre de 2014 a un hombre en una casa deshabitada en Almería
El Tribunal Supremo ha reducido en medio año la pena de un hombre condenado junto a otros tres por matar en noviembre de 2014 a un hombre en una casa deshabitada del barrio almeriense de Villablanca, donde lo ataron a una silla, lo golpearon y posteriormente le prendieron fuego.
Al M.V.F. la Audiencia Provincial de Almería le había impuesto 18 años de prisión por un delito de asesinato y otro año y medio más de cárcel por un delito de daños, penas compartidas con el resto de procesados en esta causa, según la sentencia consultada por Efe.
Sin embargo, en su caso se sumaba otro año de prisión por un delito de atentado porque durante su detención propinó un puñetazo a un agente de la Policía Nacional, que ahora ha sido reducida a la mitad por el alto tribunal al estimar parcialmente el recurso interpuesto por el abogado Nabil El Meknassi.
El Supremo anula también una multa por una falta de lesiones y apunta que el puñetazo al policía debe encuadrarse dentro de la "figura de la resistencia activa no grave" porque el propio agredido "resta gravedad" a lo ocurrido al señalar que la agresión se produjo dentro de una "huida".
El letrado El Meknassi ha anunciado a Efe que recurrirá este caso al Tribunal Constitucional al no haber sido estimados todos los puntos argumentados en su recurso de casación.
El fallo del TS señala que los cuatro condenados por asesinato se reunieron la noche del 31 de octubre de 2014 en la casa de uno de ellos, a la que también acudió la víctima, y tras pasar un rato allí, al anochecer decidieron salir a tomar unas copas.
Tras pasar por varios pubs se dirigieron sobre la una de la madrugada a una vivienda deshabitada ubicada en la calle Piscis del barrio almeriense de Villablanca.
En el interior de dicho inmueble, los acusados obligaron a la víctima a sentarse en una silla de plástico que había en el salón, a la que ataron con un cable eléctrico y comenzaron a golpearlo de forma reiterada hasta causarle un traumatismo craneoencefálico muy grave que le provocó la muerte.
Los procesados culpaban a la víctima de la sustracción de 35.000 euros pertenecientes a uno de ellos unos días antes en Madrid, dinero que había sido entregado para la compra de droga que posteriormente iban a vender.
Tras golpearlo, desataron al hombre de la silla y volvieron a atarlo con el mismo cable eléctrico por los tobillos y la muñeca de la mano izquierda a la barandilla de unas escaleras que comunicaban el salón con la planta sótano de la vivienda, y le prendieron fuego.
En las horas siguientes a los hechos, otro hombre que ha sido condenado a dos años de prisión por un delito de encubrimiento, trasladó en un automóvil una maleta que contenía la ropa y efectos personales del asesinado, que quemó en un descampado de Vícar (Almería).
La Policía Nacional pudo recuperar restos de parte de la ropa quemada que fueron reconocidos por la novia del fallecido.