Condenan al profesor británico acusado de abusos a una alumna

Publicado: 01/10/2019
Una alumna a la que siguió hasta Alemania después de que se denunciaran los hechos quebrantando así las medidas cautelares impuestas por el juez
El Juzgado de lo Penal número 4 de Almería ha impuesto un año de prisión y 60 días de trabajo en beneficio de la comunidad a C.T., el profesor británico que daba clases en un centro privado de Roquetas de Mar (Almería) por un delito de abusos sexuales contra una alumna a la que siguió hasta Alemania después de que se denunciaran los hechos quebrantando así las medidas cautelares impuestas por el juez.

El hombre, que ha declarado este martes en la primera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Almería por los supuestos abusos que habrían tenido lugar entre abril y noviembre de 2016, fue condenado el pasado 9 de julio tanto por quebrantar el alejamiento con respecto a la chica así como por un delito leve de coacciones, según el fallo al que ha tenido acceso Europa Press.

Según la sentencia, tras su salida de prisión provisional en diciembre de 2017, contactó con la menor a través de Instagram "colgando fotos" de ambos y de los hijos de él, dirigiéndole preguntas a la víctima tales como "¿no te da pena por lo que están pasando?" y haciendo comentarios referentes a la relación.

La sentencia, que absuelve en este caso al acusado de un delito de acoso y otro de obstrucción a la justicia, da cuenta del procedimiento judicial por el que el acusado se enfrenta a 12 años de prisión por abusos sexuales a la menor por el que ingresó en prisión provisional desde noviembre de 2016 hasta diciembre de 2017, tiempo en el que la chica, con 15 años, abandonó Almería y se fue a vivir a Alemania con sus abuelos maternos.

Tras su puesta en libertad, condicionada a que no se acercara ni comunicara con la víctima hasta que no hubiera una sentencia firme, el acusado modificó su estado de Instagram hasta atraer la atención de la menor, quien tenía las claves de acceso de la cuenta.

Así, y "ante la preocupación que le ocasionaba las consecuencias negativas" de la declaración que prestó en la que le acusaba de los abusos, la menor escribió dos cartas iguales el 13 y 20 de febrero de 2018, de las que una entregó al abogado de C.T., y en las que decía que su declaración se debía a que estaba "presionada por sus padres". El contenido de la carta del 13 de febrero fue reproducido en un vídeo grabado por la menor que remitió por Whatsapp al acusado.

Dos días más tarde, comenzó a llamar por la aplicación de mensajería instantánea a C.T. "en reiteradas ocasiones" hasta el 25 de junio de ese año; unas llamadas que el acusado atendió a pesar de la orden de alejamiento. Mediante estos contactos, acordaron verse el 20 de mayo de 2018 en Alicante, hasta donde la menor se trasladó desde Alemania "mintiendo" a sus abuelos de cuál era su auténtico destino.

Fue la madre de la menor quien, a través de la geolocalización del móvil de la adolescente, comprobó el lugar en el que estaba, por lo que denunció su desaparición ante la Guardia Civil, que practicó la detención del sospechoso.

La menor dejó de contactar el 26 de junio con el acusado, quien a finales de septiembre de ese año tuvo conocimiento de que la menor había declarado que había sido "amenazada" por C.T. para escribir las cartas en las que se retractaba de su postura.

Después de nuevos intentos de contactar con la víctima a través de las redes sociales y pese a la "oposición" de ella, el acusado se desplazó a Alemania en octubre de 2018 pese a que tenía la "prohibición de salir del territorio nacional", y allí "sorprendió" a la joven en una estación de tranvía, "ocasionando en esta un gran desasosiego".

"Tras el inicial estupor, la menor ayudó a C.T. a buscar alojamiento, con el fin de conocer su paradero, y acto seguido contactó con su madre para que alertase a las autoridades y procediesen a su detención", indica la sentencia. 

CONTACTOS CON LA MADRE DEL ACUSADO

La sentencia da por probado además que, al poco de trasladarse a Alemania, la menor contactó con la madre del acusado por correo electrónico para que le facilitara la dirección del centro penitenciario en el que se encontraba interno, al que remitió el 13 de febrero de 2017 una carta en la que decía "no hay ni un solo día en el que no me arrepienta de lo que te he hecho" en referencia a haber modificado su declaración en el procedimiento principal y haber afirmado que mantuvieron relaciones sexuales cuando ella tenía menos de 16 años.

No obstante, la menor también se desdijo de dicha manifestación y afirmó que remitió esa carta a la prisión al haber sido "presionada" por la madre del acusado para que negara las relaciones de carácter sexual.

La menor volvió a contactar por última vez con la madre del acusado después de que fuera detenido tras haber estado con él en Alicante para hacerle saber la situación de su hijo así como por la "preocupación" que le generaba, al tiempo que intentaba "tranquilizarla diciéndole que había contactado con su abogado y que estaba en vías de llegar a un acuerdo" para permitirle "eludir el ingreso en prisión".

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