El acusado y la víctima mantuvieron una relación sentimental durante nueve años, hasta que la mujer puso fin a la misma en junio del año pasado
Una juez de Almería ha impuesto penas que suman dos años de prisión a un hombre de la provincia almeriense que llamó de "forma masiva", acosó, vejó y coaccionó a su expareja para que retomase la relación sentimental que tuvo con él durante casi una década.
La sentencia, dictada por conformidad y consultada por Efe, señala que el acusado y la víctima mantuvieron una relación sentimental durante nueve años, hasta que la mujer puso fin a la misma en junio del año pasado, tras lo que ambos dejaron de residir juntos.
Según el fallo, el hombre no aceptó la ruptura e insistió de "forma constante" a su expareja para que le diese "explicaciones" y retomasen la relación, haciéndole recriminaciones frecuentes sobre su conducta.
Así, dentro de ese "proceso de exigencia", el acusado llamó de "forma masiva" a la víctima con "decenas de llamadas diarias", a pesar de las "continuas peticiones y ruegos" de la mujer para que la "dejase tranquila y no la molestase".
Además, buscó de "forma intencionada" el contacto con ella, para lo que acudía a la vivienda de la mujer, "incluso asomándose por la ventana o intentando entrar en ella", la seguía en su vehículo, o se presentaba en los lugares que frecuentaba su expareja, provocándole una "sensación de miedo, de agobio y de terror".
La víctima sufrió "diversas crisis de ansiedad" y acabo durmiendo con familiares por este motivo.
El fallo subraya que cuando la mujer cortaba "todo contacto", actuaba de la misma forma con su familia hasta que su expareja volvía a cogerle las llamadas.
En estas conversaciones, a su vez, profería insultos contra ella, por su negativa a darle explicaciones o a volver con él, ya que, "a su juicio", se trataba de una "conducta desacertada".
La sentencia relata cómo un día, después de que la víctima saliese de su trabajo, el hombre la siguió hasta su domicilio y, una vez allí, la agarró por la muñeca, la tiró al sofá y le dijo: "Tú eres para mí sí o sí, te lo juro por mi padre, que está enterrado".
Ya sobre el pasado 20 de marzo, el hombre acudió de nuevo al domicilio de su expareja, quien salió "asustada" por la puerta de atrás y se dirigió a su vehículo mientras la perseguía el hombre, quien le dijo que "para dejar de molestarla, tendría que volverse a su casa", cosa que ésta hizo por "miedo".
Por estos hechos ha sido condenado a un año de prisión por un delito de acoso, y a otro año más de cárcel por un delito de maltrato en el ámbito de la violencia de género.
Por un delito de coacciones le han sido impuestos 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad y otros cinco días de trabajos en beneficio de la comunidad por un delito leve de injurias y vejaciones.
Por estos delitos también ha sido condenado a cuatro órdenes de alejamiento de 500 metros durante un periodo total de 11 años y medio. Además, deberá abonar una indemnización de 2.000 euros a la víctima.
La juez ha acordado la suspensión de las penas de prisión a condición de que el acusado no delinca durante dos años y participe en programas formativos, culturales o de educación de igualdad de trato y no discriminación.