Una familia explica que se ha metido ilegalmente en una vivienda porque no tenía dónde vivir
Tras las críticas vertidas por los vecinos de San Juan de Dios ante la ocupación ilegal de, al menos, seis viviendas de la barriada, una de estas familias sale al paso diciendo que “hemos ocupado la vivienda por necesidad, no para traficar con drogas”, explica un padre de familia que prefiere mantenerse en el anonimato ante los hechos acaecidos. Este hombre narra que hace menos de dos semanas que “me vi obligado a entrar en una vivienda porque me dijeron que tenía que irme de la casa en la que estaba de alquiler por 200 euros y no he encontrado otra que puede pagar. Estoy en paro, tengo una niña y mi mujer está a punto de dar a luz. Si estuviera solo me iría de bajo de un puente, pero yo no voy a dejar a mi familia en la calle y, menos, con el tiempo que hace”.
Asimismo, quiere dejar claro que “las familias que conozco y que han ocupado otras viviendas de Micaela Parada y Doctor Girón Segura también lo han hecho por necesidad, no para trapichear con drogas”. Este ciudadano concreta que el inmueble en el que entró “no estaba tapiado y ni siquiera forcé la puerta”, encontrándose con que el piso, que es de titularidad municipal, “cuenta con agua y luz”, por lo que “estoy dispuesto a pagar hasta la comunidad, ya que los vecinos no tienen ningún problema conmigo”, sentencia este joven que sabe que está cometiendo una ilegalidad, “pero no tengo dónde ir… Ya le he solicitado una vivienda al Ayuntamiento de Jerez, al de El Puerto y me piden un dinero al que no puedo hacer frente”, así que reclama “el derecho a tener una vivienda digna, ya que sé que aquí hay muchos pisos sociales que están vacíos”.
Esta familia ya ha recibido la visita de la Policía Local y, si en algún momento le llegara la notificación de desahucio por parte de la autoridad judicial, “pues nos manifestaríamos tanto como si nos echan a nosotros como a otra de las familias del barrio, como si tenemos que hacer huelga de hambre, encadenarnos a la puerta, lo que sea...” Además, “nosotros no nos negamos a pagar una vivienda, sólo pedimos que nos den alguna facilidad para poder afrontar el gasto. Queremos tener un techo como es debido”, cumpliendo así con la legalidad vigente.
La otra cara de la moneda
Los otros protagonistas de la historia son los vecinos que han denunciado esta situación y que hasta han instalado una reja financiándola entre todos en busca de protección para evitar que varias viviendas que están vacías sean ocupadas.
Además, las movilizaciones por parte de un grupo de propietarios de la barriada -que no se atreven a dar su identidad por temor a represalias- siguen sobre la mesa, y se harán efectivas si en el plazo de una semana o diez días el Ayuntamiento de Jerez,a través de la Delegación de Patrimonio, no les da ninguna alternativa que zanje de forma definitiva esta delicada situación.