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?La pasión según se mire?, a escena

Tras presentar con éxito hace un par de años El alba del último día, Andrés Marín regresará hoy día 3 al Teatro Villamarta, dentro del XIV Festival de Jerez, para poner en pie el estreno absoluto de su nuevo trabajo La pasión según mire.

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  • Andrés Marín (i), David Lagos (c) o Ana Morales, serán algunos de los protagonistas de los espectáculos de esta sexta jornada del Festival. -
Tras presentar con éxito hace un par de años El alba del último día, Andrés Marín regresará hoy día 3 al Teatro Villamarta, dentro del XIV Festival de Jerez, para poner en pie el estreno absoluto de su nuevo trabajo La pasión según mire. El que es hasta la fecha, según él mismo lo define, su montaje “más personal”.

Un espectáculo en el que pone a prueba sus propios límites para ofrecer una propuesta arriesgada de baile frente a la libertad e inspiración de sus artistas invitados para la ocasión: la voz espiritual de Lole; el quejío terrenal de José de la Tomasa; y el fuego primitivo del baile de Concha Vargas.

El montaje De sandalia a tacón, de Ana Morales en Sala Compañía; el recital de David Lagos en el Palacio Villavicencio; y el encuentro con la maestra Victoria Eugenia, en el ciclo Vivencias en el Centro Andaluz de Flamenco (CAF), completan la sexta jornada de la muestra de baile flamenco y danza española.

“Un ensayo para contar la pasión desde el baile, y también un sondeo para conseguir equilibrar la pasión en el movimiento, suerte de paradoja vital, poseyendo sin que se posea, siendo poseído sin ser poseído”. Bajo esta sentencia sintetiza Marín su nueva obra conceptual, filosófica si se quiere, en la que planea siempre la idea de “la soledad del bailaor frente a la muchedumbre”.

Como explicó en rueda de prensa el bailaor sevillano, su nuevo espectáculo pretende “contar con la pasión y no hablar de la pasión”. Para ello, ha elegido a una serie de “artistas simbólicos” que “representan un estilo concreto y personal dentro del mundo del flamenco”.

Estas colaboraciones proceden del cante (Lole y José de la Tomasa) y el baile (Concha Vargas), un trío de artistas de reconocida trayectoria que “interpreta la pasión desde su punto de vista”, en una propuesta que respeta la individualidad de quienes se sitúan en escena.

De este modo, la coreografía de Andrés Marín, que ha contado con la ayuda en la dirección artística de Pilar Albarracín, se marca como objetivo desafiar los propios límites de este excepcional artista, partiendo de una sentencia: “Aquí no hay un argumento que seguir, aunque sí un hilo conductor entre filosófico y musical”. Reflexión y concepto de obra abierta en la que el espectador deberá esforzarse por sacar sus particulares conclusiones.

Los propios artistas tienen libertad absoluta para interpretar lo que quieran en el escenario. Lo mismo los invitados que los cantaores de cabecera de Marín, José Valencia y Pepe de Pura, dos lujosos acompañamientos en el atrás de unos números coreográficos que emergen como “un viaje en el que lo importante es perderse”, dice el autor de Más allá del tiempo y Asimetrías.

El abismo, el movimiento de la pasión, el balanceo, el vacío… Son algunos de los conceptos sobre los que reflexiona Andrés Marín en La pasión según se mire, donde además indaga en nuevas sonoridades para su personalísimo concepto de flamenco: marimba, clarinete y tuba son algunos de los instrumentos que incorpora a su propuesta dancística y musical.

La percusión de Antonio Coronel sirve de nexo de unión entre los ritmos más rompedores y ajenos a lo jondo, y las guitarras flamencas de Salvador Gutiérrez y David Marín.

Algunas piezas del nuevo montaje son instrumentales. Y, por encima de todo, destaca un instrumento: la tuba, que Andrés Marín incorpora por primera vez en su carrera porque “siempre la he tenido en mi cabeza”.

De otras veces mantiene el sonido del clarinete, porque es “un instrumento muy afín a lo que yo hago”, comentó el artista sevillano.

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