“Bien es cierto que estas observaciones han sido consecuencia no sólo de la eliminación de las barreras, también que fueron hechas durante la tarde-noche del Domingo de Ramos, espléndido de clima y de animación”.
“Tanto los empleados como los propietarios o encargados” de los establecimientos, “desviviéndose” por atender a todos sus clientes con una “amabilidad y una diligencia inigualables”, mostraban su “satisfacción y su esperanza” de que, por fin, la calle fuera en adelante lo que antes fue y el domingo pasado “puso en evidencia”.
“Sin embargo el temor de que el tren-tranvía pueda impedir este resurgimiento y, por tanto, la relajación de los transeúntes, sobrevolaba las cabezas de todos los que, desde hace año y medio, vienen soportando pérdidas importantes que siguen amenazando el cierre de los establecimientos y la pérdida de sus puestos de trabajo”, dice la nota de prensa.
“Desde Emproa queremos tranquilizarlos diciéndoles que para la llegada del tren-tranvía aún queda, y que, a día de hoy, nadie asegura que se cumplan ni los planes ni los tiempos previstos, al tiempo que los felicitamos por sus esfuerzos y por no olvidar que sus puertas son las que definen el carácter de la ciudad”.
El comunicado de la asociación de empresarios y profesionales de San Fernando finaliza asegurando que “todos estamos de enhorabuena”.