La visita en plena crisis migratoria ha estado acompañada de momentos de tensión en los que un grupo de ciudadanos bloqueó la comitiva institucional
La visita de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, a la isla de Lampedusa (sur de Italia) en plena crisis migratoria ha estado acompañada de momentos de tensión en los que un grupo de ciudadanos bloqueó la comitiva institucional.
Tras aterrizar en la isla, ambas líderes fueron abordadas por un grupo de ciudadanos para exigir que hablaran con los habitantes y que su visita no fuera un mero trámite institucional.
"Estamos cansados de que esta isla sea una pasarela para todos", gritó por un megáfono uno de los organizadores de la manifestación que bloqueó la caravana en la que se dirigían al puerto, identificado como Giacomo Sferlazzo por los medios locales.
También hubo forcejeos con algunos periodistas y cámaras al grito de "están aquí para hablar con nosotros".
Tras unos momentos de tensión, Meloni y Von der Leyen salieron de sus coches oficiales para dirigirse a los manifestantes y conversar con ellos.
"Estamos haciendo lo mejor que podemos, llegamos con propósitos", respondió Meloni a los ciudadanos, quienes tras intercambiar varias palabras decidieron disolver la barrera y permitir el paso de la comitiva.
El viaje, organizado con un día de antelación, no contó con la asistencia del alcalde de Lampedusa, que se encontraba de viaje en Nueva York para asistir a una cumbre de la ONU sobre migración, y fue su vicealcalde Attilio Lucia, de la extremista Liga de Matteo Salvini, el encargado de contar la situación crítica de la isla.
"Lampedusa tiene 20 kilómetros cuadrados y no puede asistir este número de llegadas", dijo a la televisión pública RAI, aunque algunos vídeos difundidos en redes sociales lo mostraron gritando el día anterior "los habitantes de Lampedusa están cansados, estamos cansados de acoger. Esto no es bienvenido, es una falsa bienvenida".
Von der Leyen, anunció desde la isla, epicentro de la crisis migratoria del Mediterráneo, un plan de acción europeo para contener la inmigración irregular y compartir la gestión de los traslados de migrantes llegados a las costas italianas.
"He venido a Lampedusa para decir que la inmigración ilegal es un desafío europeo y requiere una respuesta europea", afirmó Von der Leyen acompañada de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien pidió la asistencia de la líder europea tras la llegada de más de 10.000 migrantes a la isla en apenas tres días.
El programa anunciado consta de diez compromisos, entre ellos un mecanismo de solidaridad para que otros países europeos transfieran migrantes llegados a Lampedusa fuera de Italia, actualizar la legislación europea contra el tráfico de personas y definir nuevos corredores humanitarios legales y seguros.
También prometió aumentar la vigilancia aérea del Mediterráneo, a través de las agencias europeas como Frontex, y coordinar con los países de origen protocolos para repatriar en condiciones seguras a los migrantes que no reúnan las condiciones de asilo europeas.