Así lo anunció el obispo de la diócesis de Guadix, Ginés García Beltrán, durante la celebración de la eucaristía en la fiesta de la Virgen de Gracia, el pasado día quince de agosto.
Explicó haber recibido del Vaticano las bulas que proclaman este Año Santo, comparándolo a los de Santiago de Compostela, Roma o Caravaca de la Cruz.
El presente Año de Gracia, se plantea como una gran misión popular hacia adentro de las comunidades parroquiales de las cuevas y como una mayor y mejor capacidad de acogida a los peregrinos que desde nuestra diócesis y desde otras, deseen participar en las gracias y dones propios de los jubileos, como son la oración por la paz, en unión con toda la humanidad; la oración por el Papa, en comunión con toda la Iglesia; y la conversión personal para la enmienda de la vida, con una completa confesión, para terminar con la comunión eucarística.
Los jubileos, desde la antigüedad bíblica, suponen una ocasión especial para reconstruir la justicia social y la justicia personal: se liberaba a los esclavos y se dejaba descansar la tierra para rehacer las injusticias sociales y construir una antiquísima sabiduría ecológica, al tiempo que se intentaban remediar las relaciones con los demás a través de la reconciliación y la paz.
El nombre viene de “Yóbel”, que en latín se tradujo por júbilo, y era la denominación de unas grandes trompetas de marfíl y oro que anunciaban en Jerusalén el inicio del “Jubileo”.
Hoy en día, a través de la peregrinación y del cambio personal, se ofrece la oportunidad de estrenar de nuevo nuestro propio ser respecto de Dios y de los demás.
Está previsto que cada domingo del Jubileo, se celebre a las 12:00 horas la misa de los peregrinos, donde guardando las debidas condiciones podrán recibirse las gracias jubilares. Además se llevarán a cabo diversas actividades durante todo el año que iremos anunciando opturnamente en cada momento.
No es la primera vez que se celebra un jubileo en nuestra diócesis, pues hace unos años tuvo lugar otro en Jérez del Marquesado, en honor a la Virgen de la Purificación, conocida como la “Tizná”.