En los últimos tiempos no paran de salir estudios sobre las actividades que los jóvenes cada vez practican antes, como
ver porno. El tabaco, los vapeadores, el sexo, las
bebidas energéticas, las fiestas... actividades y productos que antes se destinaban a mayores de 18 años, cada vez son más cosa de adolescentes.
Hay muchos y variados ejemplos, pero cinco de ellos están más que claros.
Beber alcohol y fumar. Antes, estas actividades estaban reservadas para los mayores de edad, pero ahora muchos adolescentes las practican desde edades tempranas, a pesar de los riesgos para la salud y las
prohibiciones legales.
Tener relaciones sexuales. El sexo era un tema tabú y se esperaba a la madurez o al matrimonio para iniciarse, pero ahora los adolescentes tienen una mayor libertad y acceso a la información sexual. Sin embargo, esto también implica una mayor exposición a
embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y violencia de género.
Usar internet y redes sociales. El acceso a internet era limitado y caro, y las redes sociales no existían o eran muy rudimentarias, pero ahora los adolescentes están conectados casi las 24 horas del día y usan plataformas como Instagram, TikTok, YouTube o WhatsApp para comunicarse, entretenerse y expresarse. Sin embargo, esto también implica una mayor exposición a
ciberacoso, sexting, adicción, fake news y pérdida de privacidad.
Viajar al extranjero. Antes, viajar fuera del país era un lujo o una necesidad, y se hacía con poca frecuencia, pero ahora los adolescentes
tienen más facilidades y oportunidades para conocer otras culturas, idiomas y experiencias. Sin embargo, esto también implica una mayor responsabilidad, adaptación y riesgo.
Participar en la política y el activismo. Antes, la política y el activismo eran asuntos de adultos, y los jóvenes tenían poco interés o influencia en ellos, pero ahora los adolescentes
tienen más conciencia y compromiso con las causas sociales, ambientales y democráticas. Sin embargo, esto también implica una mayor confrontación, polarización y desconfianza.
¿El problema de todo esto? Jóvenes cada vez más pequeños que se creen con la mentalidad de hacer cosas de adultos, provocando, en ocasiones, problemas de salud o comportamiento.