Tras acusar el PSOE a los gobiernos populares del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía de "irresponsabilidad" al entender que desde septiembre conocían que "el agua que viene de los pozos de Bernal tiene una radioactividad que supera los límites legales"; la Consejería de Salud ha negado "demoras" en su actuación, exponiendo que la superación de uno de los parámetros de radiactividad detectada en una muestra del 2 de octubre fue notificada por el operador de agua el 14 de diciembre tras el correspondiente proceso analítico, "sin que pueda considerarse de riesgo el consumo de dicha agua, ya que la normativa habla de exposición anual, es decir, el riesgo se produciría tras un año de exposición a ese nivel".
En concreto, las críticas del PSOE derivan de una resolución emitida por la Delegación Territorial de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, en la que se especifica que los resultados de las muestras recogidas a finales de agosto superaron el nivel establecido para radiación alfa, por lo que se procedió a estudiar el resto de radionucleidos.
En este sentido, el informe apunta que se tomaron nuevas muestras de los pozos de Bernal en el mismo punto de extracción --el depósito de San Cristóbal-- el 2 de octubre, cuyos resultados no se obtuvieron hasta el pasado 14 de diciembre; momento a partir del cual se adoptaron medidas para restringir el uso del agua ante su alto nivel de radiactividad, con limitaciones en varios barrios de Almería a los que se sirve con camiones cisterna desde el pasado 16 de diciembre.
En este marco, frente a las críticas del PSOE por tardar "tres meses" en actuar, la Consejería precisa en un comunicado que "el operador de la zona de abastecimiento tiene obligación legal de hacer mediciones de vigilancia de los parámetros de radioactividad" y "de los resultados notificados durante el año 2023 antes del notificado en diciembre, en ninguno de ellos se superó el valor paramétrico de la dosis indicativa, que es de 0,1 mSv (milisievert), siendo la primera notificación que se tiene de ello el día 14 de diciembre de 2023".
"La dosis indicativa es un valor de exposición anual y se obtiene de manera indirecta mediante análisis de los radionúclidos naturales. Este procedimiento analítico, de acuerdo con la información facilitada por el operador, suele demorarse una media de dos meses", asegura el departamento de salud, señalando que "el análisis de los radionúclidos naturales de la muestra del 2 de octubre de 2023, como ya detalla de forma transparente la propia Resolución, es como consecuencia de la superación de uno de los parámetros de radioactividad que forman parte del autocontrol del operador, en este caso la radioactividad alfa total, sin que esta superación suponga la generación de una incidencia o que la población se pueda poner en riesgo".
"Y es que la normativa vigente (RD 3/2023 de 10 de enero y Guía de calidad de las aguas de OMS) obliga a, tras la superación de dicho parámetro, analizar los radionucleidos para poder calcular la dosis indicativa, que este sí es el único parámetro que, por consecuencia de la radiactividad, puede conllevar la declaración de no aptitud" del agua para consumo humano.
"Es por ello por lo que hay un periodo de tiempo a la espera de resultados entre la fecha de toma de muestra, el 2 de octubre de 2023 y la emisión y notificación del resultado que se produjo el pasado 14 de diciembre de 2023, sin que pueda considerarse de riesgo el consumo de dicha agua, ya que la propia normativa previamente descrita habla de exposición anual, es decir, el riesgo se produciría tras un año de exposición a ese nivel".
La Consejería agrega que para mantener "un elevado nivel de protección de los almerienses, ante la primera superación del valor de referencia anual", ha optado por la restricción del consumo de las aguas en aquellas zonas que no se ha garantizado la disminución por debajo de ese valor toda vez que "tampoco hay certeza en cuanto a tiempo de exposición a futuro de dicha dosis". Así, esgrime la adopción de "medidas correctoras a fin de minimizar cualquier riesgo para la población en función de los resultados, como fue la mezcla de las aguas procedentes de los pozos Bernal con aguas procedentes de la desaladora, de tal forma que se disminuya de forma ostensible el aporte procedente de los pozos originales".
"Por ello, cuando se obtiene el valor de dosis indicativa que ha generado la resolución, y por primera vez se tiene conocimiento del valor que determina la resolución de no aptitud, la población de Almería, cuyas redes de distribución así lo permitieron, ya no estaban consumiendo agua con ese valor de dosis indicativa", defiende la Consejería.
El motivo por el que la restricción de uso del agua ha sido delimitada a determinadas zonas obedece a esta razón, a que, según informa el operador, no existe actualmente la posibilidad de dicha mezcla o de tratamiento para eliminación de los radionúclidos, explica la Junta.
"La evaluación de las analíticas aportadas tras el incidente por el operador al Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo permite afirmar que la gestión de este evento ha sido eficaz, ya que los resultados de las muestras tomadas en distintos puntos de la red de distribución, así como del propio depósito de Cerro san Cristóbal, dan valores conforme a la normativa, salvo el muestreo que se ha realizado en Castell del Rey, una de las zonas afectadas por la resolución", detalla.
Así, la Consejería sostiene que tuvo por primera vez conocimiento del resultado analítico de dosis indicativa que motiva la Resolución de 15 de diciembre de 2023 de declaración de no aptitud "el día 14 de diciembre de 2023, tal y como aparece recogido en la Resolución de no aptitud para el consumo firmada por la Delegación Territorial de la Consejería de Salud y Consumo en Almería". "Ello evidencia que no ha existido ninguna demora, ni por supuesto ocultación de información de resultados en la gestión del problema detectado, anteponiendo la protección de la salud de los Almerienses a cualquier otro tipo de interés", concluye.