Los niños ponen voz a los poemas de Alberti en su 106 aniversario
Las fotografías de Roberto Otero podrán verse en la sede de la fundación hasta el día 11 de enero
Rafael Alberti hubiese cumplido ayer 106 años y nada mejor para festejarlo que recordar su obra, su poesía a la que pusieron voz unos 400 escolares venidos de todos los centros educativos de la ciudad y personalidades de la localidad que, como el alcalde Enrique Moresco o los concejales de Cultura Millán Alegre y de IU Julio Acale, quisieron participar de los actos organizados por tal efemérides por la Fundación que lleva el nombre del poeta.
La jornada comenzó a las diez y media de la mañana con la presencia de los primeros estudiantes de la localidad que, acompañados por sus profesores y padres, iniciaron la lectura continuada de los poemas del portuense no sin cierta vergüenza por hablar en público y con rubor al recibir los aplausos de los demás compañeros de clase y del centro. Eran los estudiantes de Primaria de colegios como Las Nieves, Mercedes Carbó y las Carmelitas, que fueron de los primeros en participar de esta actividad a la que se sumaron también los alumnos de Adultos.
Todos habían preparado en casa un poema, hecho destacado por la presidenta de la fundación, María Asunción Mateo, quien resaltó este acto como el más relevante de los organizados ya que “un poeta aspira a que sus versos y obra se lean” y puedan oírse, porque ayer todo aquél que pasease por la calle Santo Domingo, donde la fundación tiene su sede, podía escuchar el relato de los poemas. Para Mateo lo importante de esta lectura no es sólo recordar la figura de Alberti sino también implicar a los portuenses en su obra, ya que los niños que tomaron la palabra han tenido que leer la obra del artista en el colegio, en su casa e implicar, por tanto, a sus profesores y familia.
Enrique Moresco, quien leyó Retornos del amor en una azotea, animó a los chavales a la lectura y recordó la añoranza de Rafael Alberti por El Puerto durante los años de exilio. Un hecho que también destacó Julio Acale, quien además escogió un poema de Roma, peligro para caminante en el que el poeta más universal de la ciudad refleja su añoranza por la Bahía y su luz. El concejal de Cultura Millán Alegre también se atrevió a recitar la canción 57 de Baladas y canciones del Panamá.
Pero la jornada de homenaje a uno de los personajes más ilustres de la ciudad no acabó aquí, sino que continuó por la tarde con la inauguración de la exposición Picasso y Alberti: Imágenes de una amistad, cedida por el Museo Picasso de Málaga que podrá verse en la fundación hasta el 11 de enero. La complementa una muestra de su bibliografía dedicada a Pablo Picasso.
Bernardo Laniado-Romero, director del Museo Picasso Málaga tomó parte en esta inauguración y ofreció, con posterioridad, una conferencia sobre Museos. Espacios. Una visión personal.
Al cierre de esta edición se celebraba el concierto del Orfeón Portuense. Hoy le toca el turno a Paco Cepero.
La jornada comenzó a las diez y media de la mañana con la presencia de los primeros estudiantes de la localidad que, acompañados por sus profesores y padres, iniciaron la lectura continuada de los poemas del portuense no sin cierta vergüenza por hablar en público y con rubor al recibir los aplausos de los demás compañeros de clase y del centro. Eran los estudiantes de Primaria de colegios como Las Nieves, Mercedes Carbó y las Carmelitas, que fueron de los primeros en participar de esta actividad a la que se sumaron también los alumnos de Adultos.
Todos habían preparado en casa un poema, hecho destacado por la presidenta de la fundación, María Asunción Mateo, quien resaltó este acto como el más relevante de los organizados ya que “un poeta aspira a que sus versos y obra se lean” y puedan oírse, porque ayer todo aquél que pasease por la calle Santo Domingo, donde la fundación tiene su sede, podía escuchar el relato de los poemas. Para Mateo lo importante de esta lectura no es sólo recordar la figura de Alberti sino también implicar a los portuenses en su obra, ya que los niños que tomaron la palabra han tenido que leer la obra del artista en el colegio, en su casa e implicar, por tanto, a sus profesores y familia.
Enrique Moresco, quien leyó Retornos del amor en una azotea, animó a los chavales a la lectura y recordó la añoranza de Rafael Alberti por El Puerto durante los años de exilio. Un hecho que también destacó Julio Acale, quien además escogió un poema de Roma, peligro para caminante en el que el poeta más universal de la ciudad refleja su añoranza por la Bahía y su luz. El concejal de Cultura Millán Alegre también se atrevió a recitar la canción 57 de Baladas y canciones del Panamá.
Pero la jornada de homenaje a uno de los personajes más ilustres de la ciudad no acabó aquí, sino que continuó por la tarde con la inauguración de la exposición Picasso y Alberti: Imágenes de una amistad, cedida por el Museo Picasso de Málaga que podrá verse en la fundación hasta el 11 de enero. La complementa una muestra de su bibliografía dedicada a Pablo Picasso.
Bernardo Laniado-Romero, director del Museo Picasso Málaga tomó parte en esta inauguración y ofreció, con posterioridad, una conferencia sobre Museos. Espacios. Una visión personal.
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