"En 2010 se entregarán 19 aviones en lugar de 20" y las entregas sufrirán "un ligero retraso algunos meses del año 2011", indicó a Efe un portavoz de la filial de EADS
Airbus no cumplirá su calendario de entregas del gigante A380 en 2010 y en 2011 debido a los problemas registrados con los motores Rolls-Royce que equipan algunos de los aviones de pasajeros más grandes del mundo, desvelados tras un incidente de la aerolínea Qantas el pasado noviembre.
"En 2010 se entregarán 19 aviones en lugar de 20" y las entregas sufrirán "un ligero retraso algunos meses del año 2011", indicó a Efe un portavoz de la filial de EADS.
Otras fuentes de la empresa subrayaron que el problema no es de Airbus, sino de la empresa británica Rolls-Royce, que fabrica los motores Trent 900 que llevan los A380 operados por las compañías Qantas, Singapore Airlines y la alemana Lufthansa.
El otro motor que puede ensamblarse en el A380 (el Engine Alliance, fabricado conjuntamente por General Electrics, Pratt&Whitney y Safran), fue el elegido por las aerolíneas Air France y Emirates.
En total, el fabricante aeronáutico europeo ha entregado 38 de esos aparatos y, hasta noviembre de 2010 llevaba 32 nuevos encargos del avión gigante A380.
El pasado 4 de noviembre, un motor de la compañía británica Rolls-Royce del avión Airbus A380 de la aerolínea australiana Qantas se averió en pleno vuelo, lo que obligó a realizar un aterrizaje de emergencia en Singapur.
Airbus reconoció que se trató del incidente más grave sufrido por uno de sus aviones más grandes, de los que esperan llegar a fabricar entre 700 y 800 unidades en todo el mundo.
Según las primeras conclusiones de la investigación del Departamento de Seguridad en el Transporte Aéreo de Australia (ATSB), el motor tiene un "grave defecto de seguridad" que podría llevar a un "fallo catastrófico" en el aparato.
El informe indicó que una pieza mal alineada erosionó una tubería de aceite que terminó por romperse y provocar la combustión de fuel que desencadenó la explosión de uno de los cuatro motores del A380 de Qantas el pasado 11 de octubre con 466 personas a bordo.
"Si no se corrige ese fallo, habrá un riesgo elevado de que la misma tubería se resquebraje de nuevo, genere otro escape de aceite y otro fuego", añadió el documento.