Según informó a Efe la delegada de Educación, Ana Gámez, los hechos ocurrieron el viernes pasado, cuando el personal encargado de servir al comedor encontró, al abrir una de las bandejas que contenían la comida, un insecto conocido como “tijereta”.
El insecto se encontraba en el recipiente pero fuera de la comida (arroz con tomate y salchichas), según el relato de la dirección del centro, que comunicó los hechos por escrito a Educación.
Tras el hallazgo se abrió otro recipiente cuyo contenido, que fue examinado por la directora y el secretario, estaba en buen estado, por lo que se sirvió a los niños la comida después de que fuera degustada por uno de los padres supervisores, figura que la Delegación de Educación acordó crear, junto con la empresa, a raíz del incidente de similares características ocurrido en octubre.
En aquella ocasión, la empresa en cuestión, Ibagar, fue sancionada por Educación con 7.700 euros tras el hallazgo de algunas larvas de gusano en el menú infantil servido en este mismo colegio.
El gerente de la empresa explicó en su momento que los gusanos encontrados procedían previsiblemente de un pimiento fresco en el que no se habían utilizado pesticidas.
A diferencia de aquella vez, en la que era probable que las larvas procedieran de los ingredientes con los que se elaboró la comida, en esta ocasión no parece ser así al tratarse de un insecto que estaba fuera del arroz que se servía.
