Ferrer, sexto del ránking mundial, y Almagro, decimotercero, escenificaron el mejor partido del certamen, dotado de una bolsa de premios de 1.2 millones de dólares, finiquitado por el de Valencia con superioridad en la tercera manga después de dos sets decididos por muerte súbita.
En el primer set, Almagro quebró el servicio del oponente en el sexto y duodécimo juegos, pero su rival rompió en el noveno y undécimo, en un duelo con puntos muy largos y decisiones dramáticas al filo de las líneas o en las inmediaciones de la red. El "tie break" fue para Ferrer.
En el desempate de la segunda manga empezaron con una ruptura cada uno, pero Almagro se hizo de nuevo con el saque de Ferrer y tomó una ventaja que jamás perdió, para pasar al 7-2.
Parecía que el tercer set seguiría por los mismos caminos, pero Almagro se vio mermado, quizás por el cansancio de semanas tras ganar en Costa Do Sauipe y Buenos Aires.
Como hizo el año pasado con el español Juan Carlos Ferrero, hoy Ferrer frustró la posibilidad de que un compatriota suyo ganara tres títulos en la gira iberoamericana en superficie de polvo de ladrillo.
Con la victoria, Ferrer sumó 500 puntos a su ránking y se ratificó sexto del mundo, además de llevarse una bolsa de 264.000 dólares; Almagro agregó 300, saltó al duodécimo lugar de la lista mundial, y ganó 122.000 dólares.
Poco antes, la argentina Gisela Dulko venció 6-3, 7-6(5) a la española Arantxa Parra y ganó el título de mujeres.