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Un gaditano coordina un trabajo sobre monitorizar basura marina mediante satélites

El investigador de la Universidad de Cádiz Andrés Cózar ha coordinado un trabajo de investigación que ha sido publicado en la revista Nature Communications

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El investigador de la Universidad de Cádiz, Andrés Cózar, del departamento de Biología, ha coordinado un trabajo de investigación que ha sido publicado en la prestigiosa revista Nature Communications y que consigue convertir la idea de monitorizar la basura marina mediante satélites en una realidad.

Este trabajo ha permitido crear el mapa de contaminación por basura marina "más completo que existe hasta la fecha", como ha señalado la Universidad de Cádiz en una nota.

Los satélites se presentan como "una de las grandes esperanzas" para poder hacer el seguimiento de la contaminación marina por plástico. Sin embargo, la cantidad de plástico en la superficie del mar "rara vez es lo suficientemente alta" como para generar una señal detectable desde el espacio.

Por eso es necesario que el plástico y otros residuos flotantes se agreguen en densas manchas de al menos una decena de metros de tamaño para que los satélites actuales puedan detectarlas. Estas manchas de basura reciben el nombre de "regueros" y suelen tener forma de filamento y surgen como resultado de las corrientes marinas en superficie.

La detección de un reguero de basura es indicativa de una alta contaminación en un lugar y momento concreto, pero como ha apuntado la UCA, utilizar estos parches de basura "tan dispersos y efímeros" como base para desarrollar una misión espacial dedicada al seguimiento global de la contaminación por plástico planteaba "grandes dudas", ya que se desconocía si la abundancia de regueros es suficiente como para dibujar mapas, o para revelar tendencias en el tiempo.

"La relevancia y el significado de estas pequeñas manchas de basura flotante era una incógnita", ha apuntado Andrés Cózar, coordinador del trabajo junto con Manuel Arias, del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC de Barcelona.

El equipo de Cózar y Arias, compuesto por multinacionales del sector espacial e institutos de investigación de seis países y financiado por la Agencia Espacial Europea (ESA), ha comprobado la utilidad de los regueros como indicadores de basura marina en el mar Mediterráneo.

Utilizando una serie histórica de seis años de imágenes de satélite, los investigadores han rastreado el mar Mediterráneo en busca de regueros de basura cada tres días a una resolución espacial de 10 metros. Así, han analizado unas 300.000 imágenes con los satélites Sentinel-2 del Programa Copernicus de la Unión Europea, cuyos sensores, aunque no han sido diseñados para la detección de basura, presentan "cierta capacidad" para la detección del plástico.

"Buscar agregaciones de basura del tamaño de metros sobre la superficie del océano es como buscar agujas en un pajar", como ha explicado Manuel Arias.

La automatización de esta tarea solo ha sido posible con el empleo de superordenadores y algoritmos avanzados de búsqueda. Así, este equipo de investigadores ha encontrado "miles de regueros de basura, muchos de ellos de más de un kilómetro de longitud y algunos de hasta 20 kilómetros", los suficientes para crear el mapa de contaminación por basura marina "más completo hasta la fecha".

"Las detecciones de basura con un satélite no especializado han permitido identificar las zonas con mayor contaminación del Mediterráneo y saber cómo cambian cada semana y a lo largo de los años", ha afirmado Cózar.

Otro de los grandes aportes de este trabajo ha sido entender el verdadero significado de los regueros de basura. Ahora se sabe que están principalmente asociados con las emisiones de basura desde tierra ocurridas en los días anteriores. Esta característica hace que los regueros sean "especialmente útiles" para la vigilancia y gestión del problema.

Los autores del trabajo han ilustrado su aplicabilidad con casos reales y han evaluado la efectividad de los planes de acción contra la basura en el río Tíber a su paso por Roma (Italia), además de identificar focos de contaminación relacionados con el transporte marítimo a través del canal de Suez (Egipto), y usar las observaciones por satélite para guiar las tareas de limpieza en aguas del golfo de Vizcaya (España).

"La herramienta está ahora lista para ser usada en otras regiones, lo que estoy convencido nos va enseñar mucho sobre el fenómeno de la contaminación por basura en el planeta", como ha señalado Manuel Arias.

"Hay todavía aspectos mejorables. El sensor utilizado en esta prueba no fue ideado para detectar plástico. La capacidad de detección mejoraría enormemente si decidimos poner en órbita un sensor específicamente diseñado para el plástico", ha matizado el profesor de la UCA, Andrés Cózar.

La idea de monitorizar la contaminación marina por basuras desde satélites "demuestra no ser solo factible, sino también muy prometedora, también para cuestiones más allá del plástico".

Un sensor específicamente dedicado a la detección e identificación de objetos flotantes de un metro de tamaño "podría ser útil también en asuntos tan relevantes como la pérdida de carga en buques, los vertidos de petróleo, o las tareas de búsqueda y salvamento en el mar", se ha afirmado.

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