El tiempo en: Cádiz

Navalcardo

Una rusa en el palco

Más de ocho mil espectadores agitaban pañuelos blancos el pasado domingo en los tendidos del Coso de La Alameda

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
  • Una rusa en el palco. -

Más de ocho mil espectadores agitaban pañuelos blancos el pasado domingo en los tendidos del Coso de La Alameda mirando al palco presidencial. Ejercían ese derecho insólito que sólo cabe entre quienes asisten a un festejo taurino por encima de otros espectáculos: decidir el resultado del mismo.

Y cada vez que lo hacían encontraban en el palco un rostro de mujer. Nada tendría de particular si no fuera porque ignoraban que el festejo lo estaba presidiendo una rusa.

Flanqueada y respaldada por quien fuera el último novillero con picadores que ha dado esta ciudad, Eduardo Ortega, y por Nono González “Garrucho” para los amigos, Ksenia Tinyakova marcaba un hito en su propia vida, en la historia de la plaza de toros de Jaén y por extensión en la historia taurina de este país. Porque no se conocen antecedentes así en la fiesta de los toros.


Ella rompe tópicos mil veces repetidos en torno a la tauromaquia, demostrando que puede fascinar a cualquiera. Y que el toreo no tiene fronteras, pues si no cómo se explica que a una mujer nacida en Moscú le diera por ponerse delante de una becerra, recorrer todos los recovecos de la geografía española en busca de la bravura en las plazas y las calles, o recopilar a compatriotas hasta fundar el Club Taurino de Rusia del que fue presidenta.

Hace ya seis años que vino aquí por primera vez de la mano de la Asociación Taurina de Aficionados Prácticos de Jaén, dando una lección natural del cómo y el por qué de esta afición que lleva a algunos a sentir ese miedo que produce el torear por afición. Desde entonces su presencia es más o menos habitual no sólo en Jaén, sino en la provincia.

Por ello a algunos no extrañó que ocupase el lugar que en breves días corresponderá  por San Lucas a Lope Morales, quien por cierto a esa hora ejercía la misma función en la emblemática plaza de toros de Segura de la Sierra.

Esta intrahistoria de la novillada del domingo pasado se suma a la larga de historia de la plaza de toros de Jaén, cargada de momentos, anécdotas y detalles que han sucedido a lo largo del tiempo y que resultan desconocidos para muchos jiennenses. Próximamente cuando la feria de San Lucas concluya, el libro “Seis décadas de tauromaquia en Jaén” se encargará de redescubrir esos pasajes recónditos de la historia taurina de nuestra ciudad.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN