Tres mil días de trabajo después, con más de 50 especialistas involucrados en el proyecto, la Cripta Arqueológica del Testaccio de Gades, enclavada en el sótano del Centro de Transferencia Empresarial El Olivillo, está lista para mostrar al público “en distintas alturas el paso del tiempo por la historia de la ciudad”.
El catedrático del departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la Universidad de Cádiz (UCA), Darío Bernal, responsable de la dirección de las labores de musealización, ha explicado que este espacio, de unos 140 metros cuadrados de planta, era “el gran vertedero de la ciudad romana”, cuyo estudio ha permitido estudiar la economía desdel el año 50 antes de Cristo hasta un siglo después.
Bernal ha destacado que el gracias a ello se ha podido profundizar en el conocimiento sobre el comercio marítimo a través de las ánforas, la explotación de recursos marinos (pesca, garum y salazones de pescado) y el descubrimiento del Testaccio haliéutico como parte de la topografía del Cádiz romano.
Por el momento, están previstas dos jornadas de puertas abiertas a finales de noviembre para cuatro grupos de 20 personas que deberán inscribirse a través del correo electrónico del Vicerrectorado de Emprendimiento y Empleabilidad.
Para 2025, la UCA contempla la licitación para que empresas turísticas puedan gestionarlo, abrirlo al público para que los puedan visitar dentro de una ruta turística.
El rector, Casimiro Mantell, ha destacado, por su parte, que “es la primera vez que ocurre, a nivel nacional, que una universidad alberga un yacimiento arqueológico”, y ha agradecido la implicación de la Junta de Andalucía, que ha cedido las piezas expuestas durante cinco años, así como al Museo de Cádiz, que ha cedido otras para completar una colección exclusiva que no puede verse en ningún otro espacio de la ciudad.
