Fran González ha reconocido abiertamente en alguna entrevista en los últimos tiempos que le pasó factura su etapa en la oposición tras la llegada a la Alcaldía de José María González, Kichi, porque los números le dejaron sin margen de actuación y la irrupción de la nueva política llevó a su máximo grado la crispación política. Su nombramiento como delegado de la Zona Franca lo reconcilió con la actividad pública y le ha permitido desarrollar sus dotes para la gestión desde julio de 2020. Ha aprovechado la oportunidad, asumida la responsabilidad, se empeñó en dejar huella en Cádiz y lo ha hecho.
El histórico dirigente socialista ha saneado las cuentas del Consorcio, ha conseguido que la inicitiva privada dé una nueva vida a los antiguos terrenos de Altadis, abriendo espacios también a hotel y residencia de estudiantes, ha emprendido la reorganización definitiva del polígono exterior y ha liderado una apuesta por la innovación que ha revolucionado el modelo industrial de una institución con 95 años de historia.
En las últimas semanas, su proyección en los medios de comunicación es notable. Fran González es clave en el impulso de Navalips, una de las operaciones urbanísticas de mayor calado en décadas en la ciudad, que servirá para levantar un nuevo barrio junto a Loreto con más de 800 viviendas, la mitad de protección oficial, y que acaba de superar otro trámite imprescindible. Todo ello, gracias al entendimiento con el Ayuntamiento, antes con Kichi y ahora con Bruno García, la Junta de Andalucía y, sobre todo, la implicación del Ministerio de Hacienda, donde el delegado cuenta con toda la confianza.
Consolidada la incubadora de startups Incubazul, Blue Zone Forum, que este año celebra su segunda edición de la mano de Innovazul, de la UCA, supone otro espaldarazo a la estrategia desarrollada, que, además, suma 10,5 millones de la UE para construir un vivero de empresas.
Quedan asuntos. El más importante, la cesión del suelo de CASA para el hospital. En esto, repite, Zona Franca será parte de la solución.