El próximo martes, día 10 de diciembre, se conmemora el 76 aniversario de la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y se hace en un momento particularmente difícil para el cumplimiento de los derechos humanos en todo el planeta.
Las guerras están matando a miles de personas en todo el mundo. El genocidio en Palestina, la invasión de Ucrania, los conflictos del Congo y Sudán del Sur son evidencia de la ambición de las élites por acceder a los recursos: tierra, agua, minerales, combustible.
Todo ello agrava la crisis climática que avanza cada día, volviendo la Tierra más cálida, más extrema, más peligrosa e inhóspita. En el Mediterráneo, una de las regiones del mundo que más rápidamente se calienta, la sequía, los incendios y las olas de calor se alternarán con fenómenos climáticos extremos cada vez más frecuentes, como la DANA.
El crecimiento del discurso del odio y el aumento de la influencia de la ultraderecha, que está poniendo en cuestión la propia democracia, como hizo el fascismo en el siglo XX.
La arquitectura de los derechos humanos se resquebraja y los organismos internacionales quedan bloqueados. La impunidad del Estado de Israel es una muestra de ello. El pueblo palestino está pasando una situación inhumana y crítica a manos del Estado sionista de Israel, que está cometiendo un genocidio sin parangón en el siglo XXI ante la complicidad de buena parte de la comunidad internacional.
Es motivo suficiente, a juicio de la APDHA, para que su sufrimiento, pero sobre todo su capacidad de resistencia y lucha, sean reconocidas con el Premio Derechos Humanos 2024. Con especial reconocimiento de las mujeres palestinas presas en condiciones inimaginables.