Cádiz se convenció este año que el Puente de la Constitución de 1812 era necesario. Las obras en el Puente José León de Carranza (cuyo nombre está ahora en cuestión por parte del Gobierno de España) cerraron el tráfico durante tres meses por esta vía y solo el tercer acceso logró que la ciudad no se sumiera en el caos.
En 2024, también se han dado pasos para llevar a cabo la mayor transformación urbanística en un siglo, con la integración puerto-ciudad. La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) ha licitado el primer proyecto de una iniciativa que, no obstante, llevará tiempo y precisará de muchos millones de euros y, por lo tanto, la implicación del resto de administraciones, tal y como ha advertido la presidenta del ente, Teófila Martínez. Los trámites necesarios para la construcción de Navalips también se han solventado con solvencia y premura. Y el alcalde, Bruno García, ha incorporado, por medio de crédito bancario, 27 millones de euros para lo que llama tres grandes proyectos de ciudad, la rehabilitación de Puertas de Tierra, la reurbanización de la avenida de Astilleros y el Parque del Cementerio.
Con la Junta de Andalucía, el balance es magro. Ciudad de la Justicia y Valcárcel aparecen en presupuestos otro año más, el próximo, y el Hospital no encuentra suelo. La Diputación se comprometió con el nuevo pabellón Portillo, pero habrá que esperar a 2026, y la recuperación del Instituto Rosario.
Cádiz, por su parte, ha mantenido su protagonismo a nivel nacional e internacional gracias a la celebración de una nueva edición del South Festival, la Regata de Grandes Veleros, el Blue Zone Forum y otros eventos como la entrega de las Medallas de Oro a las Bellas Artes o el Tour del Talento, que trajo a la capital una vez más al Rey.