Una de las novedades implementadas este año por el Ayuntamiento de Cádiz de cara al inicio de la Semana Santa ha sido la sustitución de las antiguas vallas móviles de madera en el inicio de la carrera oficial en la calle Nueva por unas nuevas vallas metálicas ancladas al suelo. Una medida que favorece la seguridad de los cortejos pero que ha generado también ciertas molestias entre algunos comerciantes de la zona, pues estos elementos quedaban demasiado cerca de sus negocios, dificultando el acceso o el montaje de las terrazas.
El alcalde de la ciudad, Bruno García, ha aclarado que el origen de este cambio es que las antiguas vallas de madera “se tenían que poner y quitar diariamente y también generaban un problema a los comercios del entorno, quitaban espacio y generaban un desorden que no era el adecuado para el inicio de la carrera oficial, un sitio importante para la Semana Santa de Cádiz”.
Por ello se planteó una solución por parte del Consejo Local de Hermandades y Cofradías que el Consistorio consideró aceptable y se ha apostado por una fórmula que “es más ágil y que durante una semana no va a generar ningún tipo de conflicto”, según el regidor gaditano. García ha recordado que “estamos incorporando nuevos elementos, como la protección de la estatua de Moret o la segunda fila de los palcos. La fórmula que teníamos antes no era positiva, creo que esta puede ser buena y vamos a probarla”.
Las nuevas vallas fijas marcan un trazado desde la entrada de la calle Nueva por San Juan de Dios hasta la esquina de la calle Cristóbal Colón. Además de los pasillos habilitados para el tránsito entre ambos lados de la calle, varias de ellas han sido retiradas por el momento para facilitar el acceso a los comercios y establecimientos, pues algunos de ellos se han puesto en contacto con el Ayuntamiento gaditano para expresar su protesta al verse cercados y sin un acceso fácil para sus clientes. Las vallas, todavía desnudas, recibirán a los diferentes cortejos vestidas con una tela del color del pendón de la ciudad.